Las 50 sombras de Vox: los motivos de alarma más allá del programa económico

  • La formación ha logrado en un tiempo récord 21.000 afiliados, ya ha realizado fichajes estrella y sigue pescando en aguas no solo de la derecha.
Santiago Abascal
Santiago Abascal
Efe

"Vox ha llegado a la política para quedarse y, sin duda, formará parte de las instituciones, porque más allá de los que proponen 'cordones sanitarios' o aislarlo, quienes deciden al final son los votantes". El sociólogo Amando de Miguel no tiene duda de que la formación de Santiago Abascal tiene carril para rato y que más pronto que tarde formará parte de gobiernos de todo tipo. De Miguel considera que el nuevo partido cuenta con bastantes fortalezas y que parte de su éxito se basa sobre todo en que ha sabido aprovechar la inmigración ilegal y el órdago independentista en Cataluña, "dos temas que preocupan a la sociedad en mucha mayor medida de lo que podemos pensar".

"El PP y el PSOE no han sabido afrontar el problema de la inmigración, incluso los socialistas han abierto las puertas de par en par. En Cataluña, estos dos partidos tampoco han cogido las riendas y han practicado una política de apaciguamiento del soberanismo que ha fracasado. Solo Ciudadanos se ha enfrentado al independentismo. Eso es lo que ha aprovechado Vox", asegura el sociólogo.

Pese a que la formación de ultraderecha nació hace apenas cinco años su incursión real en la vida política se produjo el pasado 2 de diciembre, el día que logró 12 escaños y 400.000 votos en las elecciones andaluzas, frente a los 18.017 de tres años antes. El resultado dinamitó todos los pronósticos, que no fueron capaces de anticipar su potente irrupción.

Desde ese momento, la formación ha sabido sacar casi el máximo rédito a su logro y aprovechar diversas circunstancias casi de forma inmediata que los otros dos partidos -Ciudadanos y Podemos- no pudieron o no lograron explotar en un primer momento.

Afiliación masiva e incondicionales

A día de hoy, Vox cuenta con 21.000 afiliados, según fuentes del partido, una avalancha de acólitos e incondicionales que ha llegado en su mayoría tras las andaluzas y que, de momento, ha pagado su primera cuota. Mientras, Ciudadanos, que comenzó a recibir adhesiones masivas de toda España a partir de septiembre de 2015, tras su éxito en las elecciones catalanas de ese año, tiene cerca de 30.000 afiliados que pagan una cuota bimestral de 20 euros. 

Como en Cs y Podemos, la catapulta electoral de Vox han sido las grandes ciudades y los barrios más ricos y más pobres de éstas. La formación de ultraderecha se ha dado cuenta antes que los demás partidos de la importancia del respaldo rural e inmediatamente después de las andaluzas se ha puesto a trabajar para lograrlo, además de crear plataformas en el extranjero para captar el voto de jóvenes 'exiliados'.

La captación de votantes que antes respaldaron a partidos de izquierdas por parte de Vox -los analistas calculan que puede rondar hasta el 30%- no significa sin embargo que sea un partido transversal, ya que eran electores 'indignados', no ideologizados. "Vox es un partido de derechas, como Podemos lo es de izquierdas. Ambos seguirán creciendo y, desde luego, Ciudadanos. Y lo harán a costa del PSOE y del Partido Popular", asegura De Miguel. Reconoce que el partido de Abascal continuará nutriéndose de votos desencantados de la izquierda, de la derecha y de muchos nuevos votantes.

"La presencia en el panorama de los tres nuevos partidos supone una revolución, a partir de ahora habrá cinco partidos si no surge alguno más", admite el sociólogo. A su entender, el éxito de las tres formaciones se basa en su enfrentamiento radical contra la corrupción, ante la inacción de los 'viejos' partidos, y en su capacidad de dar respuesta a nuevos problemas "cada uno a su estilo".

Alejarse de la imagen ultra y los fichajes

Las críticas a Vox han conseguido el efecto contrario al pretendido, como sucedió con Podemos cuando empezó a despegar, "porque las cosas nuevas no se digieren bien". Encuadrarlo en la extrema derecha ha reforzado su electorado y poner al partido en el punto de mira ha generado el interés de votantes que no confiaron en primera instancia en el partido de ultraderecha.

La actitud de la formación ha sido ignorar o minimizar los ataques, segura de que le benefician. Al tiempo, se ha desmarcado de la imagen ultra y distanciado de pequeñas formaciones de ese entorno, sin olvidar  que su programa deja patente propuestas, sobre todo en materia de inmigración, que en Europa defienden partidos de extrema derecha, populistas y de corte nacionalista.

El impulso generado tras el 2-D ha convertido a Vox en un polo de atracción para muchos cargos del Partido Popular, que ven peligrar un puesto en las listas en los próximos comicios locales y autonómicos o, simplemente, que ven que su ideas ultraconservadora están más cerca de la nueva formación . Incluso antes de lograr 400.000 votos en Andalucía, dos alcaldes del PP apostaron por la formación de Abascal y se dieron de baja en el partido de Casado. Son los alcaldes de Guadiana del Caudillo (Badajoz) y de Navares de las Cuevas (Segovia), que cuentan con 2.500 y 27 habitantes, respectivamente.

En la Comunidad Valenciana, en Madrid y en Castilla-La Mancha... bastantes cargos del PP que ya se ven fuera de las listas para las elecciones de mayo de 2019 han llamado a la puerta de Vox, un hecho que acabará con uno de los hándicap más importantes que tenía la formación: la falta de experiencia de sus candidatos.

Pero las ventajas sobre los otros dos 'nuevos' partidos no acaban allí. Ciudadanos y Podemos tardaron tiempo en captar personalidades relevantes para sus candidaturas y Vox lo ha logrado en un tiempo récord y prácticamente sin insistir. El polémico juez ultraconservador Francisco Serrano, cabeza de lista en las andaluzas, fue el primero y la formación ultra ya tiene un listado fichajes relevantes para encabezar sus candidaturas. El más sonado hasta ahora ha sido el del general en la reserva Fulgencio Coll, que fue Jefe de Estado Mayor del Ejército con José Luis Rodríguez Zapatero y que será el número uno de la lista municipal de la coalición Actúa-Vox para la alcadía de Palma de Mallorca de cara a las elecciones de 2019.

El programa: Carta a los Reyes o utopía

Un tipo único del IRPF del 2o% para las rentas menores de 60.000 euros, 3.000 euros de cheque bebé, fin de las autonomías, reducir radicalmente los organismos públicos y los altos cargos, expulsión de los inmigrantes ilegales, ayudas para ancianos, para jóvenes, para familias con pocos recursos... Podía ser una 'carta a los Reyes Magos', un listado de 100 medidas de las cuales es difícil que no encaje alguna en los deseos de muchos votantes. 

Las propuestas populistas de Vox, en todas las materias, sin duda han sido otra de las claves de su éxito electoral. Los postulados maximalistas durarán mientras se mantengan lejos del poder, como sucedió con Podemos. Luego, su ambición programática disminuirá. 

"Sin duda su programa es utópico, sino nadie le haría caso. Es lo que mueve a la gente. Vox seguirá recibiendo el respaldo de los jóvenes, de los nuevos votantes, porque los electores de mayor edad no cambiarán su voto al PP o al PSOE ", asegura De Miguel. Y efectivamente, mientras haya algo que ofrecer, el auge de Vox continuará. 

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