AMNISTÍA DENUNCIA SIETE MEDIDAS DE TRUMP QUE “SABOTEAN” LOS DERECHOS HUMANOS

Amnistía Internacional (AI) denunció este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “no ha perdido el tiempo en poner en práctica la venenosa retórica de su campaña” en las dos primeras semanas de su mandato y ha impulsado siete medidas “potencialmente devastadoras” que “sabotean” los derechos humanos a través de “represivas órdenes ejecutivas”.
AI apuntó que una de ellas es “volver la espalda a las personas refugiadas”, puesto que Trump ha suspendido 120 días el programa estadounidense de admisión de personas refugiadas, ha excluido indefinidamente a los refugiados sirios y ha impuesto un límite de 50.000 refugiados al año, que afectará este año probablemente a 60.000 personas, puesto que su antecesor, Barack Obama, se había comprometido a admitir a 11.000 refugiados.
“En medio de una emergencia global en la que 21 millones de personas se han visto obligadas a huir de su hogar debido a la guerra y la persecución, la iniciativa de uno de los países más ricos y poderosos del mundo de bloquear la vía del reasentamiento es absolutamente atroz. Trump está impidiendo que hombres, mujeres, niños y niñas refugiados huyan del mismo terror contra el que supuestamente lucha”, apuntó Amnistía.
Además, AI lamentó que Trump ha actuado también con rapidez para prohibir la entrada en Estados Unidos de todas las personas procedentes de Libia, Irán, Iraq, Siria, Somalia, Sudán y Yemen, siete países predominantemente musulmanes. “Aunque la orden ejecutiva no mencionaba expresamente que se prohíbe la entrada de las personas musulmanas, era evidente la descarada discriminación religiosa, especialmente a la luz de la retórica preelectoral del presidente”, subrayó.
Amnistía Internacional añadió que la Casa Blanca aceptará a personas de religión cristiana que huyan de países predominantemente musulmanes, “lo que refuerza el tema de la división religiosa”, por lo que pidió al Congreso estadounidense que intervenga inmediatamente para bloquear la prohibición, que es ahora objeto de una lucha jurídica después de que la orden presidencial fuera suspendida por una corte federal.
La tercera medida es la expulsión rápida de personas que huyen de la violencia en América Central con la promesa de construir un muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México como medio de mantener fuera a los “delincuentes”, que ha sido objeto de dos órdenes ejecutivas firmadas por Trump: una de ellas para crear la barrera y otra para contratar a 10.000 funcionarios adicionales de inmigración.
“Lo más probable es que un número más elevado de personas migrantes, muchas de las cuales necesitan protección internacional, sean recluidas en campos de detención temporales junto a la frontera antes de ser devueltas en última instancia a lugares donde sus vidas corren peligro”, sugirió Amnistía Internacional.
MUJERES, SALUD E INDÍGENAS
La cuarta medida se refiere al acoso a lugares seguros para personas refugiadas y migrantes, puesto que en el mismo decreto en el que se ordenaba la contratación de más funcionarios de fronteras Trump trató de bloquear otras vías para quienes solicitan asilo con la cancelación de los fondos federales destinados a lo que se conoce como “ciudades santuario”, que limitan la cooperación con la aplicación de las leyes federales de inmigración y se niegan a expulsar a migrantes indocumentados y los que tienen motivos legítimos para obtener asilo. Se trata de 39 localidades, entre ellas Nueva York, Dallas, Minneapolis, Denver y San Francisco.
La quinta medida para Amnistía Internacional es el “ataque generalizado contra los derechos de las mujeres” a través de una orden ejecutiva que reintroduce la “regla de la mordaza global”, la cual bloquea la financiación federal estadounidense para ONG de otros países que ofrecen asesoramiento o remisiones en relación con el aborto y propugnan la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo o la ampliación de sus servicios, aun cuando Estados Unidos no financie directamente estos servicios.
“Solamente en Latinoamérica y el Caribe, donde el aborto está totalmente prohibido en siete países incluso cuando la salud o la vida de la mujer o niña dependan de él, no hay duda de que la postura de Trump costará muchas vidas”, recalcó AI.
Otra medida es la restricción del acceso a servicios de salud, puesto que la “regla de la mordaza global” tendrá consecuencias de gran alcance que van más allá de su objetivo declarado de reducir el acceso al aborto, puesto que, según Amnistía, esa regla, aplicada por última vez por George W. Bush, “es mucho más amplia que las anteriores y afecta a toda la financiación de Estados Unidos para la salud en el mundo, es decir, más allá de la salud reproductiva”.
La séptima y última medida que amenaza los derechos humanos es el “ataque contra las tierras y medios de vida de los indígenas estadounidenses”, puesto que, según AI, la decisión de Trump de promover el oleoducto Dakota Access, una ruta de unos 1.900 kilómetros para el transporte de petróleo crudo que atraviesa cuatro estados de Estados Unidos, “coloca los beneficios de las empresas petroleras antes que los derechos humanos de los pueblos indígenas”.

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