"No podemos imaginar que, bajo estas circunstancias, se pueda considerar la extradición de un ciudadano alemán a Turquía", ha asegurado este lunes el portavoz del Ministerio de Exteriores, Martin Schaefer, en una comparecencia ante los medios.
Para Schaefer, "la actual situación del sistema legal turco y las acusaciones planteadas (contra Akhanli) hacen que este caso tenga pinta de persecución política".
La canciller alemana, Angela Merkel, también se refirió a este caso el domingo, en un programa de la cadena RTL en el que criticó que Turquía solicitase una orden de arresto internacional contra Akhanli. "No debemos utilizar mal organizaciones internacionales como Interpol para este tipo de cosas", declaró.
La jefa del Gobierno alemán también se ha reservado el "derecho" a tomar nuevas medidas contra Turquía, después de que las relaciones bilaterales entre los dos países se hayan deteriorado hasta tal punto que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha llamado a no votar por los grandes partidos de Alemania en las elecciones de septiembre.
Akhanli, detenido en Granada y en libertad provisional por orden de la Audiencia Nacional, ha afirmado que sería una "tragedia" que España cumpliera con su entrega a Turquía, que le reclama por delito de terrorismo, ya que lo que más le interesa a Erdogan es silenciar a las personas opositoras a su Gobierno.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios