Los deportados han sido trasladados desde prisión directamente al aeropuerto de Dusseldorf, en el oeste de Alemania. Tres de los deportados han sido trasladados desde Bavaria. En el vuelo, los ocho afganos han viajado escoltados por tres agentes de la Policía. "Dos han sido condenados por violación y uno por agresión grave", ha señalado Herrman.
Este vuelo ha sido el primero de deportación de afganos que ha realizado Alemania desde Dusseldorf desde mayo, cuando se produjo un atentado cerca de la Embajada de Alemania en Kabul que se saldó con la muerte de 150 personas y con más de 300 heridos.
Tras el ataque, las autoridades alemanas han limitado las deportaciones a tres tipos: las de sospechosos de terrorismo, las de delincuentes y las de afganos que se niegan a verificar su identidad antes la autoridades germanas.
Riza Rizayi, un solicitante de asilo afgano de 40 años y procedente de la provincia de Daikondi (centro del Afganistán), ha relatado que pasó dos años y ocho meses en la cárcel después de que su mujer le acusara de haberla agredido.
"Estaba fuera con un amigo y al volver a casa, la Policía estaba en mi casa y me arrestaron", ha contado Rizayi.
El arrestado ha rechazado la acusación y ha culpado al Gobierno alemán de haberse puesto del lado de su mujer. "En Europa se escucha más a las mujeres que a los hombres", ha afirmado. Sin embargo, Rizayi ha dicho que está feliz tras su deportación y que "nada puede compararse al suelo de Afganistán".
Otro de los solicitantes de asilo deportados, Mohammad Jamshedi, de 20 años y procedente de la provincia de Gazni, en el este de Afganistán, ha asegurado que las autoridades no le han dado ninguna explicación sobre su deportación. Aunque, según ha añadido, estuvo en la cárcel durante su estancia en Alemania.
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