La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 11 exdirectivos de la empresa a penas de hasta 12 años de cárcel. Además, seis de ellos tendrán que indemnizar a los más de 190.000 afectados con una cantidad de 2.574 millones de euros.
La acusación popular representada por la plataforma de afectados ADICAE pedirá en la vista que se celebrará este jueves el ingreso inmediato en prisión de las seis personas que tienen que indemnizar a las más de 190.000 afectados por la estafa piramidal.
Entre ellos se encuentra el expresidente de Afinsa Juan Antonio Cano y de los ex directivos Albertino de Figueiredo, José Joaquín Abajo, Emilio Ballester, Carlos de Figueiredo y Vicente Martín. También, se analizará la situación de Francisco Guijarro, condenado seis años y cinco meses de prisión y a pagar 69 millones de euros (la mayor multa impuesta en esta sentencia).
La pena más alta ha recaído en el expresidente, que tendrá que cumplir 12 años y 10 meses de prisión. Para él, la Fiscalía Anticorrupción solicitaba 19 años de cárcel.
CANO Y ALBERTINO FIGUEREIDO IDEARON EL NEGOCIO
En cuanto a Albertino de Figueiredo, se le ha condenado a 11 años de prisión. Según los jueces, Cano --como economista-- y Albertino Figuereido --como experto filatélico-- fueron los que idearon y perfilaron el negocio piramidal concentrado en el vértice y los que adoptaban las grandes decisiones.
Carlos de Figueiredo ha sido penado con 11 años y 11 meses de prisión, mientras que a Vicente Martín --el otro considerado autor de la estafa--, se le impone una pena de 11 años y seis meses de prisión.
Emilio Ballester López y José Joaquín Abajo son considerados como cooperadores necesarios en la estafa. Por ello, a Ballester se le ha puesto una pena de 10 años y 3 meses de prisión y a Abajo --a quien se le imputan el delito de estafa agravada continuada, insolvencia punible y falseamiento de cuentas societarias-- se le condena a seis años y tres meses de prisión.
AFINSA AFECTÓ A "AHORRADORES DE LA CLASE MEDIA"
La sentencia de 174 páginas explica que Afinsa afectó a "ahorradores procedentes de las clases medias" que trataban de guardar fondos para la jubilación o hacer frente a situaciones de crisis. Como objetivo, tenía "atraer y hacer caer a familiares, amigos, vecinos y conocidos" de los afectados y que puso en marcha una "maquinación engañosa idónea para inducir al error a personas en invertir sus ahorros y suficiente para seducir a los clientes".
Es más, la resolución dice que éste era un negocio ficticio "sin ningún sentido económico" basado en una sobrevaloración constante de sellos que no tenían valor intrínseco y que clientes "no informados y crédulos" invertían en la medida que se les prometía la devolución de su dinero, incrementado con un interés muy superior a lo que ofrecían las entidades financieras.
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