La sala le impone una pena de cuatro años de prisión por un delito de robo, con las agravantes de disfraz y reincidencia y la atenuante de drogadicción, y una pena de dos años por los delitos de atentado y lesiones, según la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Los hechos sucedieron en abril de 2016 cuando cinco personas, cuatro de ellas no identificadas, estamparon un coche robado contra la puerta de un centro comercial de Petrer, y lanzaron un segundo vehículo contra una tienda de telefonía móvil. En su interior, sustrajeron teléfonos por valor superior a los 47.000 euros, de los que se recuperaron terminales por valor de más de 22.000 euros.
Un agente de Policía Nacional fuera de servicio presenció la escena y les dio el alto. Cuatro de los ladrones consiguieron huir, pero el agente pudo capturar al ahora condenado, quien se revolvió y le dio patadas y puñetazos al ser retenido.
El agente sufrió una herida incisa en un dedo de la mano y una fractura sin desplazamiento de arcos costales, para cuya curación precisa de terapia farmacológica, reposo y calor local.
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