LA BRUJERÍA ELEVA LOS ASESINATOS DE PERSONAS CON ALBINISMO EN MALAWI, SEGÚN AMNISTÍA

Las personas con albinismo de Malawi (entre 7.000 y 10.000) viven con el temor de perder la vida a manos de bandas criminales porque desde noviembre de 2014 se ha registrado un aumento de homicidios, secuestros y saqueos de tumbas por gente que practica la brujería y quiere conseguir algunas partes de sus cuerpos al creer que tienen propiedades mágicas y atraen la buena suerte, lo que revela “un fracaso sistemático” del Servicio de Policía de este país.
Así lo afirma Amnistía Internacional en su informe ‘No somos animales para cazar o vender: violencia y discriminación contra las personas con albinismo en Malawi’, hecho público este martes y en el que expone el incremento de la ola de ataques violentos contra ese sector de la población, con cuatro personas asesinadas sólo el pasado mes de abril, entre ellas un bebé.
“La ola sin precedentes de ataques brutales contra las personas con albinismo ha creado un clima de terror para este grupo vulnerable y sus familias, que están viviendo en un estado constante de temor por sus vidas”, dijo Deprose Muchena, director de Amnistía Internacional para África del Sur, quien añadió: “Las autoridades de Malawi han fracasado estrepitosamente dejando a este grupo de población a merced de bandas criminales que los persiguen por sus partes del cuerpo”.
Amnistía Internacional afirma que al menos 18 personas con albinismo han muerto y al menos otras cinco han sido secuestradas y permanecen desaparecidas desde noviembre de 2014. Las mujeres y los niños son particularmente vulnerables a los homicidios, a veces dirigidos por sus propios parientes cercanos.
Además, hay 39 casos de exhumación ilegal de los cuerpos o robos de huesos y otras partes de cuerpos tomadas de cadáveres, algunos de los cuales, según Amnistía, podrían ser en realidad casos de ejecuciones reales en lugar de sustracciones.
Se cree que los huesos de estas personas son vendidos a practicantes de la medicina tradicional en Malawi y Mozambique para su uso en hechizos y pociones mágicas ante la creencia de que traen riqueza y buena suerte, además de que los huesos contienen oro.
Esta organización precisa que el número real de víctimas mortales puede ser mucho mayor debido a que muchos rituales secretos en las zonas rurales nunca son reportados ni hay documentación sistemática de los delitos contra las personas con albinismo en Malawi.
Además, apunta que estas personas sufren una discriminación social generalizada, incluido el abuso verbal y la exclusión del acceso a los servicios públicos básicos, así como en el sistema educativo. Muchos mueren de cáncer de piel por falta de recursos de prevención como protectores solares e información sobre la enfermedad.
EXCLUSIÓN SOCIAL
Según el Servicio de Policía de Malawi, al menos 69 delitos contra las personas con albinismo han sido documentados desde noviembre de 2014, pero Amnistía Internacional ha encontrado que las fuerzas de seguridad carecen de la formación y las habilidades necesarias para investigar estos crímenes adecuadamente, así como de recursos como vehículos para responder de manera oportuna a estos crímenes y mantener la vigilancia policial donde hay un alto número de ataques.
Además, Amnistía Internacional indica que existe el temor de que algunos policías tengan los mismos prejuicios contra las personas con albinismo que en la sociedad malauí y no se toman en serio estas violaciones de los derechos humanos.
La exclusión y el abuso dentro de sus propios pueblos y comunidades es también un problema para las personas con albinismo. Las mujeres con albinismo son llamadas ‘machilitso’ (‘curación’), ante la creencia de que tener relaciones sexuales con ellas puede curar el VIH.
Amnistía Internacional ha pedido al Gobierno de Malawi que adopte medidas concretas para proteger los derechos a la vida y a la seguridad de las personas con albinismo, proporcionando mayores niveles de vigilancia visibles en los distritos rurales y tomando medidas cuando se producen ataques contra este grupo de población.
"La Policía tiene el deber de proteger a todas las personas contra el crimen. No investigar efectivamente los delitos contra las personas con albinismo promueve un clima de impunidad, un ambiente donde las matanzas horribles pueden continuar", concluyó Muchena.

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