Los chilenos acuden este domingo a las urnas en las elecciones municipales en las que la coalición oficialista de la presidenta Michelle Bachelet medirá fuerzas de cara a los comicios presidenciales y parlamentarios del próximo año.
Unos 14,1 millones de ciudadanos están habilitados a votar por alcaldes y concejales de las 346 comunas del país en las sextas elecciones locales desde el retorno a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En la mitad de su mandato, los comicios representan un test para el gobierno de la socialista Michelle Bachelet, marcado por el escándalo de corrupción que involucra a su hijo mayor Sebastián Dávalos, que arrastró la popularidad de la mandataria a niveles históricamente bajos (23%).
Bachelet, la única mujer de la izquierda latinoamericana todavía en el poder, aseguró el sábado que escuchará "con mucha atención la voz de los ciudadanos" e instó a los electores a que acudan a las urnas este domingo, para despejar el fantasma de la alta abstención.
La campaña ha sido atípica, pues prácticamente no ha habido propaganda debido a una nueva ley electoral que ha mermado el aporte económico de empresarios tras el estallido de sonados escándalos por el financiamiento irregular de campañas políticas.
Un error del Registro Civil, que cambió el lugar de votación de unos 500.000 electores, obligando a la renuncia el miércoles pasado de la ministra de Justicia, Javiera Blanco, enturbió el ambiente electoral.
Para motivar la participación ciudadana, algunos transportes públicos serán gratuitos y estará permitido el transporte de bicicletas en el metro.
La coalición oficialista -que reúne a socialistas, radicales, socialdemócratas y comunistas- y la alianza opositora de derecha esperan los resultados de este domingo para definir sus cartas de cara a las presidenciales de noviembre de 2017.
Se espera que la coalición de Bachelet obtenga un ajustado triunfo. "El oficialismo va a ganar sí o sí las próximas elecciones municipales", estima el politólogo Mauricio Morales, de la Universidad Diego Portales.
Aunque es poco probable que los resultados permitan a la Nueva Mayoría, la coalición oficialista, predecir quién va a ser el próximo candidato presidencial, "se van a ordenar las fuerzas en las subcoaliciones del bloque", agrega Morales.
Sin esperar a los resultados, el expresidente Ricardo Lagos (2000-2006) forzó esta semana a Bachelet a un cambio de gabinete para sustituir, entre otros, al titular de Energía, Máximo Pacheco -uno de los ministros mejor evaluados-, que ha aceptado ser su jefe de campaña.
No obstante, el exmandatario, también socialista, debe someterse a unas primarias en el seno de la coalición.
Por el momento, la senadora Isabel Allende -hija del exmandatario Salvador Allende- y el periodista Alejandro Guillier, el favorito de los electores, serían sus rivales en las primarias.
Bachelet, que gobierna por segunda vez, no puede optar por ley a la reelección directa.
En el otro campo, el también exmandatario Sebastián Piñera (2010-2014) figura con la más sólida opción de representar a la alianza opositora, aunque ha postergado una definición hasta marzo próximo.
A nivel municipal, Santiago es la joya de la corona. Se espera una ardua batalla entre la actual alcaldesa, la socialdemócrata Carolina Tohá, y el abogado de derecha Felipe Alessandri.
Ex dirigente estudiantil, diputada y ministra del primer gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2006-2010), Tohá no tiene asegurada su reelección tras imponerse con el 50,6% de los votos en 2012.
Con un trabajo de hormiga en sus ocho años de concejal de la comuna, Alessandri, de 41 años, amenaza con propinarle su primera derrota electoral.
Un triunfo de Alessandri en Santiago le daría un mayor impulso a las opciones de Piñera.
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