Lula da Silva, investigado en el marco de la operación 'Lava Jato', que analiza la trama corrupta en torno al gigante Petrobras, había sido acusado de beneficiarse del dinero desviado de la petrolera para la compra y reforma de un tríplex en Guarujá (Sao Paulo). El dinero procedía de la compañía brasileña OAS, que habría utilizado el inmueble como soborno a cambio de contratos.
La orden, que fue dictada por Moro el 14 de julio, se encontraba bajo secreto de sumario, según ha informado la agencia de noticias brasileña EBC.
El magistrado también ordenó que se confiscaran los bienes y vehículos del exmandatario después de hallar indicios de que el Partido de los Trabajadores (PT), cofundado por Lula, se había beneficiado de unos 5 millones de dólares (4,3 millones de euros).
De esa cuantía, cerca de 700.000 dólares (602.000 euros) se destinaron "específicamente al expresidente en forma de tríplex en Guarujá, por el que no se pagó el valor correspondiente", ha aseverado Moro, que ha indicado que también se "realizaron reformas en el apartamento a expensas de la constructora OEA".
"Al final no fue posible seguir el rastro de todos los sobornos pagados como parte del esquema de corrupción dentro de la trama Petrobras, que podrían haber sido utilizados para financiar ilegalmente campañas electorales", ha señalado el juez.
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