El banco que preside Ángel Ron se encuentra inmerso en un proceso de reestructuración con el que pretende mejorar la rentabilidad de su negocio. Para ello impulsará la reducción de los activos improductivos y recortará costes para ahorrar entre 175 y 200 millones de euros anuales a partir de 2017.
En España, este plan implicará el cierre de 300 oficinas y la salida de 2.592 empleados. En Portugal, el plan conllevará el cierre de 47 sucursales y la marcha de 295 empleados a través de métodos consensuados, es decir, por la vía de la celebración de acuerdos en el cese de los contratos de trabajo.
Para garantizar a los trabajadores el acceso al subsidio de desempleo, en Portugal es necesario que el banco solicite al Ministerio de Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social la declaración de entidad en proceso de reestructuración a efectos de personal.
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