Bayrou se había presentado a las tres últimas elecciones, como alternativa de centro a los habituales partidos mayoritarios. En 2007, terminó tercero, con más de un 18 por ciento de los votos, mientras que en 2012 ocupó la quinta plaza tras lograr cerca algo más del 9 por ciento.
Tras varios meses de especulaciones, finalmente Bayrou ha aclarado este miércoles que no se presentará para lanzar una "oferta de alianza" a Macron. "El peligro es muy grande, es necesario cambiar las cosas", ha dicho, en una esperada comparecencia ante los medios en la que ha adelantado que se verá en las próximas horas con Macron.
Este llamamiento a "unir fuerzas" contrasta con las críticas vertidas hace solo unos meses contra el exministro, a quien llegó a calificar de "candidato de las fuerzas del dinero". Bayrou ha destacado que la "confrontación" y la "influencia" entre sus respectivos programas dará "esperanza" a los franceses "desorientados".
APOYO CLAVE
Bayrou se había posicionado inicialmente en favor de Alain Juppé, que aspiró sin éxito a las primarias del centro-derecha vencidas por François Fillon. Según el líder de MoDem, durante este tiempo había recibido "numerosos mensajes" para que volviese a presentar candidatura propia, algo que finalmente ha rehusado.
Las encuestas concedían al líder de MoDem una intención de voto inferior al 10 por ciento, pero su apoyo podría ser clave para Macron, que pugna junto al conservador François Fillon por pasar a una segunda vuelta en la que ya parece segura la ultraderechista Marine Le Pen. Tanto Macron como Fillon vencerían en esta segunda ronda.
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