Bélgica sigue buscando al principal sospechoso de los atentados mientras crece la polémica

La policía belga seguía buscando este martes al principal sospechoso fugado de los atentados de Bruselas en medio de crecientes críticas a las autoridades por la gestión de la crisis.

Una semana después de los atentados en el aeropuerto y en el metro que dejaron 35 muertos, la capital belga sigue trastornada.

El aeropuerto de Zaventem, cuya zona de registro quedó totalmente devastada por la explosión de dos kamikazes, reabrirá parcialmente el miércoles "en el mejor de los casos", según el director de las infraestructuras, Arnaud Feist. Este martes 800 empleados tenían previsto poner a prueba unas infraestructuras temporales para poder retomar las actividades l antes posible.

Y el metro, donde el martes pasado un kamikaze se hizo estallar en la estación Maelbeek, el servicio sigue siendo limitado.

Los tres kamikazes, identificados rápidamente, están estrechamente vinculados al grupo yihadista Estado Islámico, que reivindicó los ataques y los del 13 de noviembre en París que dejaron 130 muertos.

Sin embargo el lunes la investigación sufrió un revés. La justicia creía haber detenido a uno de los atacantes del aeropuerto, el llamado "hombre del sombrero" que aparece en las imágenes de una cámara de vigilancia del aeropuerto junto a los dos kamikazes. Pero finalmente decidió liberar al único detenido en relación a estos ataques, Fayçal Cheffou.

Según una fuente cercana a la investigación "los investigadores establecieron que no se trata del 'hombre del sombrero'", que dejó en el aeropuerto una bolsa con una carga explosiva y luego huyó.

El abogado de Fayçal Cheffou, Olivier Martins, dijo que su cliente proporcionó datos de su teléfono móvil para demostrar que "estaba en su casa en el momento de los atentados". "No puedo reprochar nada al juez de instrucción" ya que "los elementos que recogió son exculpatorios", añadió en declaraciones a la cadena de televisión RTBF.

"La frontera entre un radical agitado y un radical reclutador [de yihadistas] es tenue y probablemente el magistrado no quiso cruzar esa frontera", dijo por su parte este martes el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, que acusa a Cheffou de haber "agitado" a los refugiados de un campamento para migrantes en Bruselas incitándoles a la guerra santa.

La polémica por la liberación de Cheffou se añade a las otras críticas a las autoridades belgas, en particular por la vigilancia de un yihadista que fue expulsado el año pasado de Turquía y se hizo estallar el pasado martes en el aeropuerto.

Pero para el ministro de Justicia, Koen Geens, criticado directamente junto a su colega de Interior, Jan Jambon, "no es el momento de pelearnos entre nosotros". "El enemigo se encuentra en Siria", dijo a la televisión pública flamenca VRT.

La amenaza sigue siendo elevada y la investigación sobre las redes yihadistas está tomando una dimensión europea con arrestos los últimos días en Bélgica, Francia, Italia y Holanda.

Francia anunció haber frustrado un proyecto de atentado con ramificaciones europeas. El principal sospechoso, el francés Reda Kriket, seguía siendo interrogado por la policía francesa, que este martes prorrogó 24 horas su detención preventiva.

Los atentados de Bruselas dejaron 340 heridos de una 20 nacionalidades. El lunes, 96 continuaban hospitalizados, de los cuales 55 en cuidados intensivos. Los 35 muertos, casi todos identificados, eran de doce países.

India se unió a la lista de países afectados y confirmó la muerte de Raghavendran Ganeshan, de 31 años, un empleado de la compañía informática Infosys que trabajaba desde hace cuatro años en la capital belga, una ciudad donde tienen su sede las instituciones de la Unión Europea y de la OTAN.

Mostrar comentarios