Biden se une a las familias de los policías muertos en Baton Rouge

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este jueves más comprensión entre los policías y las comunidades a las que sirven, en un funeral público por los tres agentes víctimas de un ataque armado en Baton Rouge.

El tiroteo del 17 de julio, que las autoridades calificaron de "asesinato" contra la policía, fue el último incidente que expuso las profundas divisiones raciales en la sociedad estadounidense.

Diez días antes, otro hombre armado había matado a cinco agentes de policía en Dallas, en pleno clima de tensión y protestas callejeras tras diferentes incidentes, captados en video, en los que uniformados dispararon contra negros.

Los agentes asesinados en Baton Rouge (capital de Luisiana, sur), Montrell Jackson, Matthew Gerald y Brad Garafola, estuvieron representados en la ceremonia por tres sillas vacías en el escenario de la iglesia Healing Place.

Biden y la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, fueron algunos de los dignatarios presentes en el funeral, junto a cientos de agentes de policía.

El vicepresidente se refirió en un personal discurso a su hijo, Beau, quien falleció el año pasado de un cáncer cerebral.

"Poco puede hacer nadie en estos momentos para aliviar esa sensación de pérdida, ese sentimiento de estar hundido en un agujero negro en tu pecho, de soledad", dijo a las familias.

Pero, con el tiempo, la memoria de cada agente caído "llevará una sonrisa a sus labios antes de llevar una lágrima a sus ojos", añadió Biden.

El vicepresidente también se refirió a las divisiones raciales.

"Tenemos que reducir la distancia entre los vecindarios y las fuerzas del orden", apuntó Biden.

Los tres policías muertos fueron recordados como funcionarios dedicados y entregados padres de familia. Habían sido enterrados en sendas ceremonias entre la semana pasada y esta.

Mostrar comentarios