Bolivia crea un consejo para recuperar los recursos hídricos del Silala

EUROPA PRESS

La cuestión del Silala ha llevado a Bolivia y a Chile a enfrentarse en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la salida al Pacífico que los bolivianos perdieron en una guerra del siglo XIX.

"Hemos aprobado la creación del Consejo de Defensa de los manantiales del Silala y todos los recursos hídricos en frontera con la República de Chile", ha anunciado el ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, en declaraciones recogidas por la Agencia Boliviana de Información (ABI).

En rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno, Choquehuanca ha indicado que se tratará de un órgano superior de coordinación, presidido por el propio Evo Morales.

Esta medida se ha dado a conocer después de que José Miguel Insulza expresara su esperanza en que La Paz "no quiera guerra". "Sería un error de su parte", aseguró Insulza, que es el agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en la demanda presentada por Bolivia por la salida al mar.

A estas declaraciones, no obstante, ha respondido ya el presidente boliviano, Evo Morales, a través de su cuenta oficial de Twitter. "Somos un pueblo pacifista, respetamos la vida. No habrá guerra", escribió el mandatario.

BASE MILITAR

Si bien la tensión ha ido creciendo recientemente en torno a la demanda interpuesta por Bolivia, se ha acrecentado en los últimos días en medio de una serie de acusaciones por parte de La Paz por la supuesta creación de una base militar en Cariquima, a unos 15 kilómetros de la frontera con Bolivia, medida que Morales calificó de "agresión" y "amenaza".

En este contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha enviado, también este miércoles, una petición formal al Gobierno pidiendo explicaciones por la instalación de dicha base, según ha confirmado el titular de la cartera, Reymi Ferreira, quien ha asegurado que llevará la cuestión ante el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

El Silala es un río que nace en Bolivia y recorre Chile hasta verter al océano Pacífico, a cuya cuenca hidrográfica pertenece. La Paz denuncia que su vecino ha desviado las aguas a través de una conducción artificial, mientras que Santiago sostiene que es un cauce natural. El uso de las aguas del río es una cuestión que Bolivia llevará, según anunció a finales de marzo, ante la Corte Internacional de Justicia.

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