Así lo han puesto de manifiesto este lunes en Cibeles la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente; el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero; la concejala-presidenta del distrito de Carabanchel y el catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia Javier de Lucas.
Ha abierto la presentación Valiente, quien ha asegurado que el documento establece una "posición muy clara" respecto a la labor del Ayuntamiento para con el CIE "pero también con una serie de medidas concretas que se pueden adoptar con carácter inmediato".
Mauricio Valiente ha agradecido al conjunto de instituciones que han aportado al informe y que da como resultado el documento que el Ayuntamiento "asume". El tercer teniente de alcalde ha reiterado que el CIE de Aluche es "el agujero negro de los derechos humanos", por lo que Madrid "se tenía que pronunciar al respecto".
Por su parte, De Lucas ha calificado el informe como "una inyección de optimismo" para todo aquel que trabaje por los derechos humanos. "Es necesario cerrar los CIE; hoy por hoy pareciera imposible, pero lo que pareciera necesario no puede ser imposible", ha aseverado el profesor, quien ha señalado que "es necesario porque es justo".
Javier de Lucas ha criticado que los CIE han estado incentivados por la directiva "de la vergüenza del retorno de 2008", que la Comisión Europea "ha tenido el cuajo de renovar y pedir que la desarrollen a peor, incrementando el plazo de internamiento y simplificando los trámites". "Esa red de centros pugna con el Estado de Derecho", ha añadido.
Para De Lucas, los CIE suponen la institucionalización de la excepción como regla. "Forman parte de una norma jurídica que crea el Estado de excepción, y se convierten en el estatus permanente cuando uno tiene la condición de pertenecer a una categoría de personas", ha expresado.
"UNA MONSTRUOSIDAD"
Además de ser incompatible con el Estado de Derecho, para el catedrático los CIE son asimismo "incompatibles con la exigencia mínima de democracia". "Construimos una monstruosidad, que son democracias cada vez más excluyentes", ha aseverado.
"Los CIE son el emblema de aquellos seres humanos que consideramos desechos, porque nos sobran, y son lo que quedan después de haberlos explotado; para restaurar no la suya, nuestra dignidad, debemos cerrarlos", ha explicado a continuación.
Tras una fuerte ovación ha tomado la palabra el delegado de Salud, Seguridad o Emergencias, Javier Barbero, quien ha aludido a un "nivel de sufrimiento que exige una respuesta moral por parte de las instituciones". "Necesitamos herramientas prácticas que intenten que no entren, y si entran que sufran lo menos posible", ha expresado. En la presentación del informe han estado presentes, además, la concejala-presidenta de Arganzuela y Usera, Rommy Arce, así como el edil socialista Ignacio Benito.
LOS INTERNOS, "VECINOS" DE MADRID
La concejala-presidenta de Carabanchel, Esther Gómez, donde se encuentra el CIE, ha aseverado que los internos son "vecinos de Madrid y del distrito", por lo que quieren poner a su disposición "los servicios y recursos" de que disponen.
"El enfoque que el Ayuntamiento ha defendido siempre es el necesario cierre de estas instituciones; mientras que se cierra o no, queremos poner los recursos necesarios al servicio de las personas privadas de libertad por falta administrativa", ha señalado.
Gómez ha indicado que necesitan la colaboración de la administración competente para que la información de recursos "pueda llegar a servicios sociales del distrito, antes y durante, como a posteriori". "Es importante el tiempo dentro del internamiento, saber cuáles son las condiciones de las personas, y para trabajar en la incursión de mujeres víctimas de trata para intervenir pidiendo servicios necesarios", ha concluido.
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