CSIF: La nueva empresa que vigila la cárcel de Melilla no dota a sus vigilantes de revólver ni chalecos antibalas

EUROPA PRESS
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A través de una nota de prensa, el presidente del Sector de Seguridad de CSI-F en Melilla, Jesús R. Sánchez Cano, ha señalado que la nueva empresa se hizo cargo del servicio a las 22,00 horas del 31 de diciembre de 2016 sustituyendo a la anterior empresa, tras ganar el concurso público, y debía haber armado al vigilante de seguridad del acceso al centro penitenciario con el revólver obligatorio, munición y chaleco antibalas. "La gran sorpresa es que la 'empresucha' no ha traído el arma, munición, ni el chaleco antibalas", ha asegurado el presidente del sector de Seguridad de CSI-F en Melilla.

Jesús R. Sánchez Cano ha explicado que "tuvo que presentarse de urgencias en la cárcel de Melilla el inspector del Cuerpo Nacional de Policía encargado del servicio, y tras comprobar el "grave incidente en que se estaba incurriendo", contactó urgentemente con una unidad policial para que se hiciese cargo del acceso a la prisión, "retirándola de la seguridad de la Ciudad en una noche tan importante como es el 31 de diciembre, y en momentos tan delicados por los recientes atentados terroristas en Europa".

ALERTA TERRORISTA

Para el presidente del sector de Seguridad de CSI-F en Melilla, "en la difícil y delicada situación que se encuentra la Unión Europea, con 'nivel de alerta 4', es inadmisible que una empresa de seguridad oferte un servicio tan importante como la cárcel, y no cumpla el pliego de condiciones, presentándose al inicio del mismo no trayendo el revólver, la munición ni el chaleco antibalas para los miembros de seguridad".

Jesús Sánchez Cano ha manifestado que "en estos momentos, la única decisión vergonzosa" que ha tomado la empresa encargada del servicio "es decirle a los vigilantes que se marchen a sus casas y que cuando tengan las armas en la ciudad se les llamará para que se incorporen al servicio, debido a que la Policía dice que es inadmisible que el acceso a la prisión quede vigilada por un vigilante de seguridad sin el arma y la protección adecuada".

El sindicato ha recalcado que la nueva empresa "no es consciente de que podían haber asaltado la prisión y no había ningún vigilante de seguridad armado para intentar detener a los asaltantes".

En este sentido, ha aseverado que la empresa fue la adjudicataria del servicio el día 2 de diciembre, "por lo que no se entiende que tras 29 días no haya realizado las gestiones oportunas para dotar a los miembros de seguridad de sus uniformes reglamentarios y traer las armas, la munición y chalecos antibalas a la ciudad", lo que denota, a juicio de CSIF, "la falta de seriedad y compromiso" de dicha empresa, una vez conseguida la adjudicación del servicio.

"Ningún vigilante de los 29 que forman la dotación del servicio ha sido dotado de la uniformidad obligatoria, solo dándoles parte del uniforme reglamentario, incluso algunos de ellos proporcionándoles pantalones más pequeños de su talla", ha resaltado.

Asimismo, ha criticado que "ningún responsable de esa empresa tuvo la decencia de estar presente cuando se producía el relevo entre la mercantil saliente y la 'empresucha' entrante".

Por último, el presidente del Sector de Seguridad de CSI-F en Melilla, Jesús R. Sánchez Cano, ha advertido de que "si los organismos oficiales permiten este grave incidente, serían cómplices de la inseguridad de todos los melillenses".

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