En marzo, la dirección de PSA Peugeot Citroën en Vigo y tres de los cinco sindicatos del comité, SIT, UGT, y CC.OO., firmaron el acuerdo de medidas, que incluye un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo y dos temporales, así como medidas de flexibilidad, planteadas por la empresa de cara a asumir posibles variaciones en la producción y favorecer la candidatura de la planta para optar a un nuevo modelo de vehículo. Un acuerdo en contra del se mostraron la CUT y la CIG.
Ahora, la CUT ha decidido impugnar el ERE, porque según entiende su asesoría jurídica el expediente incluye un tipo de excedencia en la que un trabajador "puede marcharse al paro durante 24 meses y a los 30 volver a solicitar el reingreso".
Así, en un comunicado, considera este hecho un "claro uso fraudulento de las prestaciones de desempleo", que implica la puesta en marcha de excedencias "subvencionadas con dinero público". Por ello, ha presentado denuncia en el juzgado, tras haber llevado previamente una reclamación a inspección de trabajo.
Sobre este extremo, advierte de que la empresa pretende utilizar las excedencias para desprenderse definitivamente de trabajadores, con el fin de "intentar poner un caramelo para que la gente se acoja" y después reincorporarlos a puestos diferentes a los que tenían, que podrían ser "incluso ser recolocados en otro centro en Francia".
Además, la CUT denuncia que la comisión de seguimiento solo incluye a los sindicatos firmantes (SIT, UGT y CC.OO.) "dejando fuera a los que no cedieron a su chantaje", en referencia a la propia CUT y la CIG, lo que "vulnera el derecho a la negociación colectiva".
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