Cae una banda que compraba coches siniestrados que arreglaba con piezas de otros robados y los vendía

  • El cabecilla vendió en los últimos tres años 134 vehículos, 44 de ellos en este último año, estimando sus ganancias en 1,3 millones de euros
Cae una banda que compraba coches siniestrados que arreglaba con piezas de otros robados y los vendía
Cae una banda que compraba coches siniestrados que arreglaba con piezas de otros robados y los vendía
EUROPA PRESS
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Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han desmantelado un entramado delincuencial perfectamente estructurado y organizado integrado por 22 personas, especializado en el robo, receptación, manipulación y posterior venta fraudulenta de vehículos de alta gama por todo el territorio nacional.

Estas últimas detenciones se enmarcan en las pesquisas que ya en marzo concluyeron con una decena de detenciones, entre ellas en Valladolid la practicada en la persona de José Luis R.D, más conocido como el 'Pipi', presunto cabecilla de la 'banda del BMW' y en prisión desde entonces, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación.

En la presente operación se han recuperado 64 vehículos, se han intervenido cientos de piezas y se ha logrado poner al descubierto un entramado empresarial dirigido al blanqueo de capitales, ha informado esta mañana en rueda de prensa el jefe de la operación, el teniente de la guardia civil Antonio Abel Marín, la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancuasa, y el jefe del grupo de robos de la UDYCO central de la Policía Nacional.

Esta investigación policial se inició a mediados del pasado mes de octubre, tras el robo de dos vehículos de alta gama en la localidad de Tres Cantos, cuya investigación permitió localizar un punto ubicado al Este de la región, donde se pudieran estar ocultando vehículos sustraídos.

Los investigadores se centraron en la localización de las infraestructuras utilizadas por la organización criminal, permitiendo desenmarañar el entramado delincuencial, así descubrieron la utilización de cuatro naves cuidadosamente seleccionadas y equipadas. En las referidas naves se llevaban a cabo las distintas fases de la actividad delictiva, tales como la ocultación de los vehículos robados, el despiece, y ensamblaje y 'maquillaje' de los vehículos.

Los ahora detenidos operaban organizados piramidalmente, en escalones y de manera jerarquizada. Para ello, el jefe de este entramado se encargaba de invertir importantes cantidades de dinero en comprar vehículos provenientes de siniestros, todos ellos de alta gama, procediendo posteriormente a encargar al subgrupo especializado en el robo de automóviles para que sustrajeran los vehículos de igual marca y modelo que los que querían 'reparar'.

Se centraban especialmente en BMW y localidades con más robos son Rivas, Paracuellos del Jarama y la almendra exterior, con hasta tres robos por día de actuación. Cuando los sustraían los sacaban a muy alta velocidad, con huidas a más de 200 kilómetros por hora. Los ladrones se llevaban entre 500 y 1.300 euros de los jefes de la organización por cada coche robado.

Una importante particularidad de la banda es que utilizaban una herramienta tipo electrónica, una pequeña centralita, que no está al alcance de la delincuencia común. Rompen la cerradura del coche y le introducen por la parte de los pies del conductor un estractor que desactiva todos los sistema de seguridad del vehículo para reprogramarlo en unos diez segundos. La banda contaba con una herramienta por cada marca, obtenido en el mercado negro y procedente de china.

A continuación, ocultaban los vehículos en una nave en Velilla de San Antonio, los despiezaban y posteriormente se trasladaban las piezas a otras naves a una localidad próxima donde otros componentes de la organización operaban como chapistas y mecánicos para ensamblar los vehículos adquiridos a bajo precio por ser declarados siniestros por las compañías aseguradoras.

Por la nave también pasaba un camión todos los días para recoger los restos del fuselaje y chatarra que generaban, que llevaban a una chatarrería de Leganés, con el objetivo de borrar así todas las huellas.

Este grupo operaba a en toda la Comunidad de Madrid, con un alto grado de organización y disciplina impuesto por sus dirigentes, los cuales tienen un amplísimo historial delictivo y que contaban con cuatro de los más especializados ladrones de vehículos de la región madrileña, capaces de burlar los más sofisticados sistemas de seguridad de los vehículos. De hecho, estaban fichados y habían sido investigados en importantes operaciones desde 2015.

Tras reparar y alterar todos los elementos identificativos, los vehículos eran vendidos a terceras personas ajenas, a través de anuncios que se interponían en páginas web especializadas en la venta de artículos de segunda mano, consumándose así grandes estafas. Todos los coches han sido vendidos en España y su precio final era de unos 10.000 euros.

Por último, el cabecilla del grupo había creado empresas y sociedades para justificar el alto nivel de vida que llevaba y enmascarar la actividad delictiva. De ellas se servía para el blanqueo y obtener seguros de flota estafando a las compañías aseguradoras, ya que dichas empresas carecían en su balance de cuentas de movimientos económicos y no existían físicamente.

El cabecilla, que fue detenido en Rivas, ha logrado vender 134 coches y ha logrado unas ganancias de 1,3 millones de euros. Los tres chapistas y un pintor han sido detenidos en Mejorada del Cmapo y el chatarrero en la capital.

Los investigadores han practicado 9 registros en sus domicilios, naves y concesionarios en las localidades de Mejorada del Campo, Rivas, Madrid capital y Ontígola (Toledo), donde se han localizado algunos de los vehículos sustraídos y una gran cantidad de material para desarrollar la actividad delictiva.

Además, los agentes han intervenido una importante cantidad de piezas de vehículos sustraídos y sofisticados sistemas para la sustracción de vehículos de alta gama, mandos de garaje, llaves maestras, y una escopeta de cañones recortados entre otros efectos.

ROBOS, ESTAFA, FALSIFICACIÓN, RECEPTACIÓN Y BLANQUEO

Los detenidos son 20 hombres y 2 mujeres de nacionalidades española, iraní, venezolana y peruana, con edades comprendidas entre los 27 y los 50 años y cuentan con numerosos antecedentes por delitos relacionados contra el patrimonio. Por estos hechos se les delitos de integración en organización criminal, robos con fuerza, estafa, falsificación de documento público, receptación, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.

La investigación continúa abierta, centrándose en la actualidad en la recuperación de 70 vehículos vendidos por el entramado delincuencial y en el estudio de la documentación intervenida, por lo que es espera esclarecer una importante cantidad de vehículos robados y de estafas por la venta de los mismos. También se centrarán en atacar los recursos patrimoniales de la banda, ya que los principales cabecillas tenían cuatro inmuebles valorados en 1,4 millones de euros.

El teniente jefe del operativo ha destacado que este grupo criminal ha dado "un salto cualitativo". "No le importaba trabajar más para que no se le descubriese. En vez de hacer el doblaje al uso, idearon robar vehículos y llevarlos a una nave alejada y vamos a permanecer en el tiempo lo máximo posible. Esto genera más trabajo porque tienen que arreglar y pintar un vehículo pero lo hacían enmascarándose en actividades normales. De hecho, llegamos a ellos no por su actividad, sino por el robo de los vehículos", ha manifestado.

Gracias a las nueve investigaciones realizadas en el marco del dispositivo 'Airbag', orientadas al esclarecimiento de robos de vehículos en la Comunidad de Madrid, agentes de la Guardia Civil, --desde marzo del pasado año hasta la fecha actual--, han logrado detener a un total de 79 personas, investigar a tres más por delitos relacionados con el tráfico ilegal de vehículos, y recuperar 191 coches que habían sido sustraídos a sus legítimos propietarios.

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