Catarsis en el gobierno de Chile tras derrota electoral

Los integrantes de la Nueva Mayoría, la coalición que gobierna Chile, exigen cambios de política a la presidenta, la socialista Michelle Bachelet, tras el varapalo electoral del domingo en los comicios municipales.

La "hecatombe" electoral, como la definen muchos analistas, ha sumido en una catarsis al gobierno de coalición que todavía tiene 16 meses de gestión por delante.

El portavoz del gobierno, Marcelo Díaz, anunció en la noche del martes cambios en el Ejecutivo, tras los relevos de tres ministros que hizo Bachelet cuatro días antes de las elecciones municipales del domingo.

Las últimas semanas han sido complicadas para la presidenta cuya popularidad ha caído a mínimos históricos, afectada por un caso de corrupción que salpica a su primogénito y a su nuera desde febrero de 2015, a semanas de cumplir su primer año en el poder.

El malestar emerge entre los partidos de la coalición de centro izquierda, que se culpan unos a otros por los sorpresivos resultados de las municipales, en las que la Nueva Mayoría perdió 27 alcaldías para quedarse con 141, asistiendo al avance de la derecha, en medio de una abstención de más del 65%.

La izquierda acusa al gobierno de que se ha quedado a medias con las reformas que prometió, como la educación superior gratuita, la reforma del mercado laboral, la tributaria o el sistema de pensiones privatizado heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que ha sacado a las calles a miles de personas en los últimos meses.

La Democracia Cristiana exige a La Moneda "autocrítica" y "diálogo franco" y para forzarlo, la presidenta del partido, Carolina Goic, ha decidido ausentarse del comité político y de las actividades de gobierno y de las reuniones de coordinación.

Ante la sangría de votos que lleva sufriendo en los últimos 15 años, la decisión del principal socio de la coalición apunta más bien a trasladarle la responsabilidad del descalabro al propio gobierno.

"Lo que busca la DC es concentrar la crisis en la zona (PPD-PS (Partido por la Democracia y Partido Socialista) para evitar que se inunde su partido", dice el sociólogo Alberto Mayol.

Cuando falta poco más de un año para las presidenciales de noviembre de 2017, muchos incluso se cuestionan si la misma composición de la Nueva Mayoría podría tener los días contados.

"No hay espacio para la DC y el PC (Partido Comunista) en la misma coalición", asegura el senador del PS, Fulvio Rosi, en una entrevista este miércoles en el diario La Tercera.

La analista política Lucía Dammert, asegura a la AFP que se trata "del último capítulo de la Nueva Mayoría" aunque "no de la coalición".

La presidenta socialista, que dejó su gobierno anterior (2006-2010) con una popularidad superior al 80% frente al 23% que le dan ahora las encuestas, está cada vez más sola en La Moneda, dice Dammart, quien no cree que vaya a dar un "golpe de timón" en estos meses finales de su mandato.

"Se refugia cada vez más en sus asesores directos", los mismos que sus socios de coalición pidieron cambiar tras el fracaso en el trámite de una ley de urgencia que pretendía enmendar los errores cometidos con casi medio millón de electores en el padrón electoral.

A Bachelet "le van a hacer la vida imposible, le van a bloquear todo y la van a culpar de todo. Así, mañana, cuando se acabe el periodo de Bachelet, van a decir que todo el problema estaba ahí", dice por su parte Mayol, quien asegura que "todo va encaminado a que este Gobierno termine en muy malas condiciones".

Aunque lo ve más bien como un fenómeno más estructural que puntual.

"Todos los gobiernos desde 2000 en adelante, sin excepción, han pasado por crisis grandes en la mitad de su mandato" y se debe sobre todo a que la "capacidad de gobernabilidad y organización política es cada vez menor", asegura.

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