Así lo han subrayado a Europa Press fuentes del colectivo claustral, con varios de cuyos sectores el rector, Miguel Ángel Castro, ya ha emprendido conversaciones para tratar de alcanzar un consenso en esta fase de negociaciones previas.
La idea sería disolver el Claustro al término del mandato del rector, con lo que este organismo cumpliría un periodo de aproximadamente unos dos años y medio, y convocar un proceso electoral coincidiendo con los comicios rectorales.
Castro fija el acompasamiento de mandatos --una de las reivindicaciones más remotas de algunos sectores de la Hispalense que consideran que de la manera actual el organismo se ve condicionado por el mandatario-- como una acción que permite explorar la posibilidad de encontrar "un consenso a través de la identificación de un espacio que pueda ser reconocido como común y ventajoso para una gran mayoría".
En este sentido, una vez realizada esta tanda de reuniones, la intención declarada de Castro es la de informar a los miembros del Claustro universitario de los resultados y, en el caso de encontrar el consenso suficiente, coordinar el inicio de una reforma al respecto.
El acompasamiento de mandatos es el único espacio común que Castro ha podido promover tras la celebración de sesiones de Claustro para dirimir la necesidad de reformas en el sistema de gobernanza, por las cuales se proponía que la elección a rector pasara a ser por sufragio universal ponderado y no por el Claustro, sistema actualmente vigente. Tras la votación, el proyecto de reforma recibió el apoyo de 102 claustrales, un respaldo insuficiente para sacar adelante las modificaciones estatutarias.
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