Condenadas a 22 y 20 años de cárcel las autoras del asesinato del anciano al que cuidaban en Pontevedra

EUROPA PRESS

Según recoge la sentencia, y en línea con el veredicto, "la coautoría se da ya desde el momento en que ambas acusadas convienen en dar muerte a Secundino P. para después ejecutar ambas, efectivamente, su muerte".

El fallo, que ha sido notificado este jueves, también declara nula y se deja sin efecto la cláusula del testamento que la víctima había dictado días antes de su asesinato en favor de Albertina, a quien había nombrado su heredera universal.

Además, prohíbe a las procesadas residir en el municipio de Poio, donde habitaba la víctima, y acudir al lugar de Chancelas por espacio de 27 y 25 años, respectivamente.

Finalmente, las condenadas por el conocido como 'crimen de Chancelas' deberán indemnizar "conjunta y solidariamente" en 80.000 euros a los dos hijos del octogenario.

ATENUANTE DE CONFESIÓN

Atendiendo al veredicto del jurado, la presidenta del tribunal impone a una de las condenadas, Rocío Gondar, menos pena de prisión atendiendo a la atenuante de confesión, al tiempo que impone a ambas la agravante de precio, ya que Albertina habría actuado para lograr la herencia del anciano y Rocío a cambio de una recompensa de dinero por parte de su cómplice.

Tal y como había considerado probado por unanimidad el jurado y recoge la sentencia, Rocío Gondar González confesó los hechos a la Policía cuando estaba detenida y sus palabras supusieron "bastante colaboración en el descubrimiento de los hechos, aunque la policía ya disponía de datos" que apuntaban a su participación junto con Albertina en la muerte del anciano.

El tribunal considera "hechos probados" que las acusadas, que trabajaban como empleadas domésticas para Secundino, "para acabar con su vida", cuando ambas se encontraban en casa del anciano, le propusieron ir a tomar algo con el objeto de que saliera hasta el camino, aprovechando que era una zona "oscura y solitaria" y, allí, "le golpearon reiteradas veces en la cabeza, de forma súbita e inesperada".

A mayores, apunta que la víctima "no tuvo ninguna posibilidad de defenderse del ataque de modo efectivo, aunque tratara de proteger la cabeza con las manos".

Después de conocer el veredicto del jurado, los abogados de las acusadas ya adelantaron su intención de recurrir la sentencia.

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