Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos acontecieron el pasado 10 de diciembre de 2015, cuando el ya condenado llegaba tarde, una vez más, al centro educativo con sus hijas y el director del colegio le pidió que firmase en el libro de registro de faltas o retrasos injustificados del centro.
El padre accedió a firmar en el libro, pero nada más hacerlo comenzó a proferir gritos a increpar al director, con expresiones tales como "eres un racista, quieres expulsar a mis hijas. Me estás amenazando continuamente, me denuncias al Patronato", al tiempo que lo intimidó diciéndole que "se iba a enterar".
Ante el comportamiento del acusado, el director del centro le dijo que volviese a decir esas expresiones delante de testigos y, seguidamente, entró en la sala de profesores. El acusado siguió al director y entró en dicha sala, en la que se encontraban varios docentes, y de nuevo increpó al director, diciéndole a gritos "que intentas echar a mis hijas del colegio por ser gitano".
En un momento dado, el acusado hizo ademán de marcharse, si bien rápidamente se volvió, se dirigió al director y le lanzó un cabezazo, no llegando a alcanzarle al pararlo la víctima con la mano y ser sujetado rápidamente por otros docentes.
Como consecuencia del intento de agresión, tanto el director del centro, como una de las docentes que intermediaron en el intento de agresión, tuvieron que ser asistidos en el centro de salud de la localidad por un ataque ansiedad.
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