Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, agentes de la Policía Nacional tuvieron información de una transacción de droga en dicha localidad, pero el día que se montó el dispositivo de vigilancia, el resultado fue negativo. No obstante, dos días más tarde, otros policías sí detectaron la presencia en la zona de tres hombres y dos vehículos.
Así, los efectivos decidieron intervenir y en el registro de un coche localizaron droga, mientras que en un falso techo de una furgoneta, se incautaron de los 17 paquetes con dicha sustancia, con un precio aproximado de 1,7 millones de euros en el mercado ilegal, señala la resolución, por lo que detuvieron a los tres hombres, de nacionalidad holandesa.
La Sala considera probado que los acusados "acordaron y decidieron trasladar desde Holanda" esa droga "e introducirla en España para distribuirla en el mercado ilegal", para lo que cada uno de los procesados tenía una función, "de acuerdo con el plan trazado previamente".
De esta forma, uno de los acusados tenía la tarea de "trasladar materialmente la sustancia", mientras los otros dos viajaron hasta el lugar de distribución de la misma, Fuengirola, "para llevar a cabo tal labor y estar a la espera de la llegada del primero con la furgoneta que transportaba la droga".
La Audiencia condena a cada uno de los acusados a siete años y medio de prisión por un delito contra la salud pública, además de imponerles el pago de una multa de 1,7 millones de euros.
El Tribunal concluye que los tres intervinieron en la operación, no creyendo la versión exculpatoria de dos de ellos ni tampoco la confesión de otro, que asumió en solitario los hechos en el juicio.
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