Condenan a un hombre a cinco años de prisión por intentar degollar a un policía tras tener inmovilizado el vehículo

  • La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un hombre a cinco años y medio de prisión por intentar degollar a un agente de Policía Nacional en la Comisaría de Marítimo cuando reclamaba porque la Policía Local le había inmovilizado el vehículo.
Condenan a un hombre a cinco años de prisión por intentar degollar a un policía tras tener inmovilizado el vehículo
Condenan a un hombre a cinco años de prisión por intentar degollar a un policía tras tener inmovilizado el vehículo
EUROPA PRESS
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Así consta en la sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en la que el tribunal, fruto de una conformidad entre las partes, condena a este hombre por un delito de homicidio en grado de tentativa y, junto a la pena de prisión, le impone el pago de 12.000 euros --por vía de responsabilidad civil-- al agente lesionado.

Los hechos se remontan a enero de 2016, cuando el condenado, de 56 años, sufrió un accidente de tráfico con otro vehículo. Cuando la Policía Local se personó en el lugar del incidente, los agentes inmovilizaron su coche porque no había pasado la ITV.

Horas después, el condenado se presentó en la Comisaría de Marítimo de la Policía Nacional para denunciar que los agentes municipales le habían quitado el coche. Allí le explicaron que esos hechos no eran motivo de denuncia, pero le invitaron a poner una queja en las dependencias de la Policía Local.

Según el relato de hechos probados, cuando el condenado salía de la comisaría, depositó encima de una mesa cercana a la salida una carpeta con documentación que portaba, la cual cayó al suelo, por lo que el agente que estaba en su mesa de trabajo se lo advirtió.

En ese momento, el condenado se agachó e hizo ademán de recoger la carpeta, pero en lugar de hacerlo, extrajo de la funda que llevaba sujeta al cinturón un cuchillo de cerámica de 12 centímetros de longitud de hoja y se dirigió al agente, debidamente uniformado, que en ese momento estaba de espaldas, y mientras con un brazo le inmovilizaba por detrás, con la otra mano alzó su cuchillo para hacerle un corte en el cuello.

El agente, en un movimiento reflejo, interpuso las manos de forma defensiva y logró agarrar el cuchillo, forcejeando con el condenado. En ese momento acudieron varios compañeros a auxiliarle, le arrebataron el cuchillo, le redujeron y lo engrilletaron.

Como consecuencia de este incidente, el agente sufrió varias heridas inciso contusas en varios dedos de ambas manos y una contusión del meñique derecho. El condenado había sido tratado con anterioridad de trastorno bipolar y de personalidad, pero en el momento de los hechos no sufrió ningún brote psicótico que mermara sus capacidades cognoscitivas o volitivas o que hiciera preciso el ingreso médico.

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