Constituir un equipo de gobierno sólido: uno de los desafíos de Trump

Uno de los primeros desafíos que tendrá que enfrentar Donald Trump es constituir un equipo de gobierno sólido para liderar su futura administración.

El magnate inmobiliario, que nunca ha ejercido un cargo político, ha trabajado a lo largo de la campaña con un equipo pequeño, a diferencia de las élites políticas y gubernamentales.

A continuación, sus principales apoyos y aliados y los puestos que podrían ocupar:

Chris Christie: el gobernador de Nueva Jersey será en principio el jefe del equipo de transición del multimillonario, que preparará la toma de poder el 20 de enero de 2017. Su posición podría sin embargo verse desfavorecida por la investigación contra algunos de sus allegados en Nueva Jersey, sospechosos de provocar grandes embotellamientos para castigar a un alcalde adversario político.

Rudy Giuliani: el empresario y exalcalde de Nueva York (1994-2001) ha sido uno de sus apoyos incondicionales durante la campaña, incluso en los peores momentos. Exfiscal contra la mafia, reconocido por lograr disminuir la criminalidad en Nueva York, su nombre es uno de los dos que suenan con más fuerza para convertirse en secretario de Justicia.

Newt Gingrich: el expresidente de la Cámara de Representantes, y una de las personalidades más importantes del partido republicano, podría optar a dirigir la diplomacia estadounidense. Fue miembro de la cámara baja de 1979 a 1999, es inteligente, tiene ideas para gobernar y conoce cada rincón de Washington. Pero, al igual que Trump, tiene un carácter explosivo.

En el inicio de su campaña, Trump dijo que le gustaría nombrar al empresario Carl Icahn secretario del Tesoro. Pero parece más probable que confíe ese cargo a Steve Mnuchin, un exbanquero de Goldman Sachs que lo apoyó.

El puesto de secretario de Comercio podría recaer en el presidente del grupo siderúrgico Nucor, Daniel DiMicco. Su nombre también suena para convertirse en el negociador de los acuerdos comerciales internacionales de Estados Unidos, al igual que el del profesor de Economía Peter Navarro.

El director general de la petrolera Continental Ressources, Harold Hamm, podría ocupar la posición de secretario de Energía. Este multimillonario procedente de Oklahoma (sur) es amigo desde hace tiempo del presidente electo y ha tenido una gran influencia en su política energética. El especialista en capital de riesgo Robert Grady también está en la lista de candidatos al cargo.

El senador de Tennessee (sur) Bob Corker, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, también está en la lista para el puesto de secretario de Estado.

El senador de Alabama (sur) Jeff Sessions, miembro de la comisión de las Fuerzas Armadas, es un apoyo incondicional del sucesor de Barack Obama y podría ser nombrado secretario de Defensa, al igual que el exsenador de Misuri (centro) Jim Talent.

El representante de California Duncan Hunter podría integrar el equipo de Seguridad Nacional.

El general Mike Flynn, exjefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, podría ser el nuevo secretario de Defensa, aunque su paso por el Pentágono fue controvertido. Steven Hadley, exconsejero de Seguridad Nacional de George W. Bush (2001-2009), también es considerado para el cargo.

Trump también baraja el nombre del neo-conservador John Bolton, exembajador ante la ONU durante el mandato de Bush hijo, para el puesto de secretario de Estado.

Robert Lighthizer, representante de comercio estadounidense bajo el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989), podría acabar siendo el titular de esta cartera.

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