Corbyn es favorito para liderar un laborismo al borde de la implosión

Representante del ala más izquierdista del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn tiene grandes posibilidades de ser reelegido el sábado al frente de una formación fracturada entre sus diputados temerosos de alejarse del centro político y sus bases.

El congreso del partido tendrá lugar hasta el miércoles en Liverpool, en el norte de Inglaterra. El sábado, poco antes del mediodía (11H00 GMT), se conocerá al ganador de la liza que enfrenta a Corbyn, de 67 años, y a un diputado galés de 46 años poco conocido hasta ahora, Owen Smith.

Corbyn es el favorito porque el voto de los 550.000 afiliados cuenta tanto como el de los diputados, y porque tiene el apoyo de los sindicatos que crearon el partido en 1900 y que no piensan ceder de nuevo el timón a las corrientes "blairistas", de Tony Blair.

De todos modos, la sorpresa del Brexit hace que nadie dé el resultado por hecho. "Hemos visto muchas cosas extrañas en 2016", dijo a la AFP Tim Bale, profesor de ciencias políticas de la Universidad Queen Mary de Londres, aludiendo al resultado del referéndum sobre la Unión Europea. "Pero ver perder a Jeremy Corbyn sería una sorpresa mayor", añadió.

El único sondeo disponible daba un 68% de apoyo a este pacifista de barba gris, que habla español.

Según los analistas, esta reelección, tan solo un año después de las anteriores elecciones primarias, prolongará irremediablemente la crisis que afecta al laborismo desde la aplastante derrota ante los conservadores en las legislativas de 2015.

"No se puede descartar una escisión", estimó Tim Bale.

Los miembros del "gobierno a la sombra" -el gabinete de diputados portavoces en cada área del ejecutivo- dimitieron en verano (boreal) en protesta por el liderazgo de Corbyn, que llegó a perder incluso una moción de confianza entre sus diputados.

Los diputados le acusaban de no tener el carisma para ganar unas elecciones, y ponían como ejemplo su incapacidad, o falta de voluntad, de conseguir que los electores laboristas de Gales o el norte de Inglaterra se desmarcaran de la línea oficial del partido y votaran contra la Unión Europea.

Un golpe como ese "habría llevado a la mayoría de los líderes a la dimisión", estimó Steven Fielding, un analista político de la Universidad de Nottingham especializado en el laborismo.

Sin embargo, Corbyn se aferró al cargo, protegido por una guardia pretoriana controlada por su mano derecha y gran aliado ideológico John McDonnell, portavoz de Finanzas, y alegando que tiene el apoyo de la militancia, como así parece ser, sobre todo el de los jóvenes.

Una gran parte de los diputados laboristas ven a Corbyn demasiado escorado a la izquierda como para hacer daño electoralmente a los conservadores en las elecciones de 2020.

"Si la situación no cambia rápida y radicalmente, ya no volveré a ver un gobierno laborista en mi vida", pronosticó el exlíder laborista Neil Kinnock, de 74 años, en un reportaje de la BBC.

"Si Corbyn es reelegido, el laborismo no volverá al poder hasta 2030 por lo menos", coincidió Tim Bale.

Los dos candidatos a liderar el partido encarnan dos arquetipos de militante laborista, el de la calle y las grandes causas (Corbyn) y el más apolitizado y pragmático (Smith).

Corbyn, voz suave y oratoria pausada, viste relajadamente y es diputado por el barrio londinense de Islington, en el norte de la ciudad, desde 1983. Se opuso a la UE en el referéndum de 1975 y la defendió en el de 2015, pero con poca convicción, según sus detractores.

Aborrece la austeridad presupuestaria, lideró la oposición a la guerra de Irak y quiere eliminar las armas nucleares, defiende los servicios públicos y pretende renacionalizar algunos, como los ferrocarriles, símbolo de las privatizaciones de la era de Margaret Thatcher.

Sus padres eran activistas que se conocieron en la Guerra Civil española y es padre de tres hijos. Su primera esposa era la británica Jane Chapman, la segunda y madre de tres hijos es la chilena Claudia Bracchitta y su tercera y actual esposa es la mexicana Laura Álvarez.

Por su parte, Smith, diputado por la circunscripción galesa de Pontypridd, es descrito por el diario The Guardian como "ambicioso", "directo" y "decidido". Feroz opositor al Brexit, reclama un nuevo referéndum, esta vez sobre el resultado de las negociaciones con Bruselas.

Pero la campaña de este padre de tres hijos, casado una sola vez, pronto sufrió un tropiezo cuando se supo que había trabajado de lobista para la farmacéutica Pfizer.

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