LA ONU DENUNCIA EL AUMENTO DE LA ABLACIÓN GENITAL EN GUINEA, FRENTE AL DESCENSO MUNDIAL

La mutilación genital femenina no muestra señales de disminuir en Guinea, pese a estar prohibida por la legislación nacional e internacional, puesto que el 97% de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años de este país han sufrido esta práctica, según un nuevo informe difundido este lunes por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"A pesar de que la mutilación genital de la mujer parece estar disminuyendo en todo el mundo, éste no es el caso en Guinea, donde esta práctica está muy extendida en todas las regiones y entre todos los grupos étnicos, religiosos y sociales", dijo en un comunicado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein.
El informe muestra que la mutilación genital femenina se ha infligido en los últimos años a niñas con menor edad que antes. Según un estudio reciente, al 69% de las jóvenes de 20 a 24 años fueron víctimas de la ablación antes de los 10 años.
La ONU indica que esta práctica se percibe en Guinea sobre todo como un rito y grupos de chicas de varias familias se inician juntas, ya sea en casa o en campamentos, aunque el informe muestra una tendencia creciente hacia las ablaciones individuales debido a las limitaciones financieras y por temor a sanciones legales, sobre todo cuando se trata de niñas o chicas muy jóvenes.
El informe indica que, aunque la mutilación genital femenina se lleva habitualmente por practicantes tradicionales, hay una tendencia creciente hacia su medicalización, pese a que un decreto de 2010 prohíbe esta práctica a las instituciones de salud públicas o privadas.
Mientras que las mujeres y las niñas de la mayoría de los países donde se produce la mutilación genital están a favor de su abolución, el apoyo femenino crece en Guinea, ya que un estudio estadístico del Gobierno apunta que ha pasado del 65% en 1999 al 76% en 2012.
“En términos generales, la no escisión de las niñas es considerada deshonrosa en la sociedad de Guinea. La presión social es tal que las niñas pueden solicitarla por temor a ser excluidas u obligadas a permanecer solteras si no sufren esta práctica”, apunta el infore.
“ACTO ATROZ DE VIOLENCIA”
La ONU reconoce los esfuerzos del Gobierno guineano para prevenir y sancionar la mutilación genital femenina con textos legislativos y formación para el personal judicial, de seguridad y médico, pero añade que no han desencadenado la reducción de esta práctica por el apoyo de algunos líderes políticos y religiosos a ella.
Según el informe, su persistencia se debe en gran parte a la inacción de las autoridades judiciales, ya que miles de chicas jóvenes se someten a esta práctica durante sus vacaciones escolares “con pleno conocimiento del personal judicial, incluidos los fiscales y los jueces”.
"La mutilación genital femenina no es sólo extremadamente perjudicial para la salud y el bienestar de las mujeres y de las niñas, sino que también es un acto atroz de violencia. No hay justificación posible para esta práctica, ninguna razón cultural, religiosa o médica de ningún tipo", dijo Zeid, quien añadió que Guinea tiene la segunda tasa más alta en el mundo, sólo por detrás de Somalia, y es mucho más elevada que la de países vecinos como Senegal (25%), Costa de Marfil (38%) y Liberia (50%).
El informe advierte de que, paradójicamente, las campañas de sensibilización puestas en marcha por el Gobierno y organizaciones nacionales e internacionales, que se han centrado en los riesgos para la salud, pueden haber contribuido a la medicalización de la mutilación genital femenina en lugar de a su reducción, y recomienda a las autoridades que garanticen el cumplimiento de la legislación, investiguen todos los casos de sospecha y procesen a sus autores y cómplices.

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