Diana Quer no pasó por casa la noche de su desaparición, según la Guardia Civil

  • Los investigadores creen que a la joven no le dio tiempo desde que envió el último whatsapp hasta que su teléfono dejó de funcionar. 

    Más de un mes después de su desaparición siguen sin tener noticias sobre el paradero de Diana Quer, desaparecida la madrugada del 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal. A Coruña

Diana Quer no pasó por casa la noche de su desaparición
Diana Quer no pasó por casa la noche de su desaparición
A. Domingo

Pasan los días y el rastro de Diana Quer se difumina pero las investigaciones avanzan. La guardia civil continúa analizando todos los datos y reconstruyendo las últimas horas de la joven en A Pobra, A Coruña. Los horarios  se van ajustando y tras contrastar los datos del teléfono de la joven y las declaraciones de amigos y testigos parece que, finalmente, la joven no pasó por casa la noche de su desaparición. 

Es la nueva hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil. Parece imposible, aseguran, que tuviera tiempo de enviar un whatsapp a su amigo informando de la presencia de unos feriantes a unos 800 metros de su casa y que su teléfono dejara de emitir señal en el puente de Taragoña, 14 minutos después, un lugar situado a 20 km. Son los únicos datos que se conocen con certeza en estos momentos porque se han obtenido de las antenas repetidoras que recogen la señal del teléfono móvil de la joven. 

Esta nueva hipótesis confirma la versión que desde un principio defendió la madre de la joven, quien aseguró que no había pasado por casa. Finalmente cambió su declaración tras encontrar los pantalones rosas, con los que aseguró que había salido ese día, en el domicilio. Según la guardia civil la joven lleva otros pantalones muy similares pero de color blanco, lo que pudo llevar al equívoco. 

La guardia civil continúa, además, analizando las cámaras de seguridad tanto de los locales de la zona por la que se movió Diana aquella noche, como de las carreteras y autopistas por las que tuvo que circular la joven en el caso de que se hubiera montado en algún coche. Un trabajo arduo ya que las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad no son demasiado nítidas y no siempre se puede determinar con exactitud el número de ocupantes.

Un mes y seis días después continúan las incógnitas sobre la desaparición de la joven madrileña de 18 años el pasado 22 de agosto en la localidad coruñesa de A Pobra de Caramiñal. 

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