Donald Trump, con nominación presidencial al alcance de la mano

Al inicio de las elecciones primarias en Estados Unidos, hace apenas tres meses, la nominación del magnate Donald Trump era vista como una posibilidad escandalosa por los líderes republicanos, pero en la recta final existe claramente un camino abierto a esa realidad.

Trump, detestado por la dirección del partido Republicano, sabe que precisa conseguir el número de delegados suficiente para liquidar el pleito sin precisar de una negociación en la convención nacional, prevista para julio en Cleveland (Ohio), donde corre el riesgo de ser puesto a un costado.

Con 10 elecciones primarias aún por ser realizadas, Trump se encuentra ante un camino ciertamente angosto pero evidente por delante, y en el que las claves son las consultas en los estados de Indiana y California.

El millonario conquistó hasta el momento 991 delegados y para liquidar el pleito antes de la convención precisa alcanzar el número mágico de 1.237 delegados.

Así, Trump precisa conquistar 246, aproximadamente el 50% de los 502 delegados que aún están en disputa.

En ese escenario, Indiana es una de las claves porque se trata de un estado en que el vencedor se lleva los 57 delegados en disputa. Y Trump se perfila allí como el favorito.

En tanto, California tiene un sistema diferente de atribución de delegados, pero las proyecciones señalan que Trump podría conquistar hasta 150 de los 172 delegados disponibles. A este cuadro se le debe sumar el favoritismo de Trump en Nueva Jersey, donde hay 51 delegados a ser distribuidos.

Como Trump debe dividir los votos con los otros dos aspirantes republicanos (el senador ultraconservador Ted Cruz y el moderado gobernador de Ohio, John Kasich), la tarea que tiene por delante es ciclópea pero está lejos de ser imposible.

"Si ganamos en Indiana, esto se acabó", dijo Trump el jueves en un acto público, mostrando total confianza en poder conquistar el número suficiente de delegados para no precisar negociar en la convención republicana.

Una proyección publicada por el diario The New York Times indicó que el polémico millonario podría conseguir hasta 1.289 delegados, suficientes para garantizar la nominación.

A esta tarea matemática, Trump debe añadirle dos preocupaciones: la compleja e intrincada normativa interna entre los republicanos sobre delegados con voto comprometido o no, y el asedio por parte de Cruz a los apoyos ya conseguidos hasta ahora.

A raíz de una normativa de cambia de estado a estado, la convención republicana tendrá por lo menos 100 delegados sin compromiso de voto con cualquiera de los candidatos, aunque la expectativa es que muchos de ellos apoyen a Trump.

Además, numerosos delegados ya denunciaron el asedio por parte del personal de campaña de Cruz, sugiriéndoles que cambien su voto en la convención para evitar que Trump sea nominado como candidato del partido.

Por esa razón, Trump adelantó el jueves que se propone cerrar la discusión en la convención partidaria ya en la primera ronda de votación. "No vamos a ir a la segunda, la tercera, la cuarta o la quinta ronda", dijo.

Finalmente, resta conocer el destino de los 173 delegados conseguidos por el senador Marco Rubio, quien abandonó la campaña el mes pasado.

Una gran parte de esos delegados estará comprometida a votar por Rubio -aunque no está en disputa- en una primera ronda de votación en la convención, pero si hay una segunda ronda por ausencia de un vencedor podrán apoyar a Trump, Cruz o Kasich.

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