Así lo ha indicado Durán durante el acto de inauguración del Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español que acoge la Universidad de Córdoba, donde ha agregado que la finalidad del debate no es "conseguir cuota de poder, enriquecimiento personal o la imposición de una ideología, sino la capacidad para conducir al conjunto de la sociedad hacia destinos compartidos por todos", y ha señalado que sigue con interés esta iniciativa porque, como presidente del Parlamento, "tiene claro que el debate democrático es una herramienta fundamental para mejorar la vida de los ciudadanos de Andalucía".
Además, el presidente del Parlamento andaluz ha apuntado que "el juego sucio, la hipocresía, el desprecio por posiciones ajenas, la dialéctica del odio, la búsqueda del descrédito del adversario, la incapacidad para reconocer errores o ver la paja en el ojo ajeno" son algunas señales de la necesidad de volver a los grandes principios para hacer política en democracia.
Durán ha puesto de manifiesto que el debate es la "acción principal de la vida de una cámara plural y con diferentes grupos políticos y que la discusión forma parte de la acción política, ya sea para aprobar leyes, examinar la actuación del poder Ejecutivo o autorizar los gastos e ingresos".
Asimismo, ha destacado que el debate y el poder de convicción, el poder de la palabra, "debe ser puesto al servicio de los ciudadanos, porque puede cambiar la realidad, y así ha quedado demostrado en numerosas ocasiones en la historia del parlamentarismo en España" y, como ejemplo, ha citado el debate en el Congreso el 1 octubre de 1931, entre Clara Campoamor y Victoria Kent, tras el que las mujeres obtuvieron el derecho al voto en España, por 161 votos frente a 131.
Durán ha comentado que los debates políticos no deben ser "palabras huecas para el lucimiento personal", si no el reflejo de la defensa de un posicionamiento, concretada en políticas y acciones y los oradores tienen que hacerlo llenado de sentido las palabras y transmitiendo credibilidad, seguridad y firmeza, para convencer.
RESPETO HACIA EL OPONENTE
Así, ha hecho hincapié en que la utilización del lenguaje, la elocuencia en la expresión de los argumentos, las técnicas de deliberación y contraste de las ideas, todo ello desde "el más absoluto respeto hacia el oponente", constituyen la base de la democracia, pero que el debate no se limita a las cámaras legislativas. Por eso ha considerao esencial que los alumnos universitarios aprendan a debatir, en todos los ámbitos de su vida.
Como presidente del Parlamento de Andalucía, se ha comprometido a trabajar y colaborar con este tipo de iniciativas y ha añadido que es importante que los talleres de oratoria y los clubs de debate tengan su propio espacio en el ámbito educativo.
En este sentido, ha apuntado que seguirá apoyando a las universidades andaluzas en el fomento de estos espacios de ciudadanía crítica, "en los que se aprenda a reflexionar para entender mejor a la sociedad y para formar a ciudadanos comprometidos".
Asimismo, ha resaltado que en este momento trascendental es más importante que nunca fomentar "la cultura de la paz y el diálogo entre los pueblos" como marca el Estatuto de Autonomía andaluz, y ha añadido que la confrontación legítima de posturas e ideas no debe llevar nunca aparejada el uso de la fuerza. "Ante el cambio de ciclo económico y social, y, para construir un mundo mejor y más próspero, se necesitan jóvenes preparados y valientes", ha concluido Durán.
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