Duterte, dispuesto a ir a prisión por los policías cuestionados por matar a un alcalde

Reuters/EP
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La Oficina Nacional de Investigación (NBI) puso en cuestión este martes la versión oficial de la Policía, que sostenía que el alcalde Rolando Espinosa murió en un tiroteo en prisión durante un registro de drogas y armas en noviembre. La NBI describió la muerte de Espinosa como una operación de "borrado".

"Tendré que defenderlos", ha asegurado Duterte, en referencia a los policías cuestionados por la investigación, en un discurso durante una ceremonia en la principal base del Ejército en Manila. "Escucharé la historia y la asumiré como la versión verdadera porque dependen de mí. Yo debería creerles", ha afirmado.

El alcalde Espinosa figuraba en una lista de altos cargos sospechosos de estar implicados en tráfico de drogas. El primer edil, que negó estar implicado en narcotráfico, fue arrestado el 5 de octubre por cargos de armas de fuego y drogas.

La Policía ha dicho que Espinosa y otro prisionero, Raul Yap, dispararon contra un equipo de agentes que había acudido a registrar sus celdas. Los agentes respondieron a los disparos y acabaron con su vida.

La Policía sostiene que más de 2.000 personas han muerto por disparos de sus agentes en el marco de operaciones antidrogas desde que el presidente del país asumió el cargo el 1 de julio de 2016.

La muerte de Espinosa también ha sido investigada por senadores, que pusieron en duda el relato porque detectaron muchas inconsistencias entre el informe y los testimonios de los testigos. Duterte ha afirmado que no cree en la investigación de la NBI porque no cuenta con testigos creíbles. "En realidad, estoy dispuesto a ir a la cárcel por ellos, no hay problema", ha afirmado.

Los investigadores han presentado denuncias por asesinato contra 21 agentes de Policía en relación con la muerte de Espinosa.

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