Ejército sirio avanza hacia ciudad clave para abastecimiento del EI

La presión aumenta sobre el grupo Estado Islámico, en Siria con ofensivas del ejército sirio apoyado por Rusia y de una alianza árabe-kurda apoyada por Estados Unidos, y en Irak con el avance del ejército irakí hacia la ciudad de Faluya.

Las fuerzas del régimen se acercan a Tabqa (norte), donde los yihadistas masacraron a 160 soldados progubernamentales después de arrebatar su base en 2014.

El primer día de ramadán, los bombardeos contra un mercado en el este de Siria mataron al menos a 17 civiles, la mitad de ellos niños.

En el vecino Irak, las fuerzas gubernamentales intentan todavía arrebatar al EI la ciudad de Faluya, al oeste de Bagdad.

Este grupo extremista, que tiene entre 19.000 y 25.000 combatientes en ambos países según estimaciones estadounidenses, debe hacer frente a una doble operación en el norte de Siria.

La ofensiva del régimen ha permitido al ejército sirio llegar a 30 kilómetros del aeropuerto de Tabqa y a 24 kilómetros del lago Asad, una gran reserva de agua en el valle del Éufrates, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Tabqa está situada a unos 50 kilómetros al oeste de Raqa, la capital de facto del autoproclamado califato del EI. A finales de agosto de 2014, un vídeo de los yihadistas mostraba los cuerpos de soldados sirios ejecutados en Tabqa.

Esta localidad es estratégica y simbólica en varios sentidos tanto para el régimen como para los rusos. Estos últimos participaron en la construcción de una importante represa entre 1968 y 1974, y también en la creación de Tabqa, donde se alojaban los obreros del embalse.

Según el OSDH, la principal prisión del EI, donde habrían sido encarcelados rehenes occidentales, se encuentra en esta localidad, que también cuenta con campos petroleros hacia el suroeste.

"Todo ello convierte Tabqa en un objetivo militar, económico y simbólico muy importante", afirmó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Los combatientes árabes y kurdos enrolados en las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se encuentran a 60 kilómetros al norte y no avanzan más, porque su principal objetivo es tomar Minbej, una localidad estratégica para los kurdos.

Pero en Minbej, situada en la provincia de Alepo, los combatientes de las FDS afrontan una fuerte resistencia, aunque rodeen la ciudad por el norte, el sur y el este. "Los yihadistas enviaron sus familias al exterior y luchan con empeño", subrayó Abdel Rahman.

La tarea es más complicada si cabe para las tropas en tierra, ya que unas 20.000 personas residen en esta localidad. La coalición encabezada por Estados Unidas quiere evitar que sus aviones cometan un baño de sangre.

Minbej se sitúa en la ruta que el EI utiliza para hacer transitar hombres, armas y dinero desde la frontera turca hacia Raqa, su bastión.

Las FDS, de mayoría kurda, consiguieron desde el 31 de mayo conquistar 42 localidades y granjas en la región en manos de los yihadistas y vigilar el principal eje de suministros entre Minbej y Raqa.

La coexistencia de estas dos ofensivas pone en evidencia la cuestión sobre la coordinación entre Moscú y Washington.

"Está claro que hay una cooperación entre Rusia y el ejército estadounidense. Sería imposible llevar a cabo ataques en la misma región sin coordinación", afirmó el lunes a la AFP una fuente del régimen.

Según esta fuente, "existe, desde hace varios meses, en Bagdad un espacio operativo militar común de lucha contra el EI que reúne responsables sirios e iraquíes con la cooperación de rusos y de estadounidenses para coordinar las grandes operaciones contra el grupo yihadista".

El Pentágono, sin embargo, desmintió rápidamente estas informaciones. No hay "coordinación directa de las actividades en el terreno" entre Washington y Moscú, declaró su portavoz Peter Cook.

Para Matthew Henman, especialista en cuestiones de defensa, esta coordinación es hasta ahora "informal".

Rusia apoyará "activamente" al ejército sirio si se encuentra amenazado en Alepo (norte) y en sus alrededores, advirtió este lunes el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.

La guerra en Siria ha matado a más de 280.000 personas y ha obligado a millones de sirios a abandonar sus hogares.

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