Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, una relación tan tensa como fría

Esperanza Aguirre ha pedido que Mariano Rajoy de un paso atrás. La expresidenta del PP de Madrid afirma que es necesario "cambiar el liderazgo" de su partido cuanto antes y propone que se haga incluso previo a las próximas elecciones generales del 26 de junio.

Estas declaraciones de Aguirre no hacen otra cosa que volver a evidenciar una relación entre ella y el presidente del Gobierno en funciones que siempre ha sido tan tensa como fría. Alcanza con repasar algunos capítulos pasados, que incluyen intensos duelos dialécticos, diferencias y controversias entre ambos.

La crispada relación que ya venían protagonizando Rajoy y Aguirre quedó más que evidenciada en 2008. Tras perder las elecciones del 9 de marzo de ese año, Rajoy inició una renovación que enfureció a la vieja guardia del PP y dio alas al desafío de Esperanza Aguirre.

Pero en el recordado Congreso del PP de Valencia, Rajoy retó a "cualquier militante" a "presentar una candidatura". "Quien lo haga no será un enemigo, sino un compañero que ve las cosas de otra manera", afirmó en clara alusión a Aguirre.

El 19 de abril de ese año, Rajoy envió un dardo envenenado a Aguirre: "Si alguien se quiere ir al partido liberal o al partido conservador, que se vaya", afirmó.

Ese enfrentamiento tuvo un claro beneficiario político en ese momento: Alberto Ruiz Gallardón.

Un año después, en 2009, Rajoy le ganó una nueva batalla a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid y logró imponer a su candidato, Rodrigo Rato, para presidir Caja Madrid. Tras varias semanas de enfrentamientos con la dirección nacional, quien era vicepresidente de Aguirre, Ignacio González, anunció la retirada de su candidatura para dirigir la entidad financiera.

En 2010, Aguirre desafió otra vez a Rajoy, saltándose de inmediato las invitaciones del líder del PP a obviar los debates internos en público y cuestionando a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, por su postura en la polémica en aquel momento por el trasvase Tajo-Segura.

Desde entonces, Aguirre se convirtió en la principal representante de un sector del partido, en la abanderada de quienes criticaban a Rajoy por su tibieza en la defensa de algunos principios del PP. Una y otra vez mostrò su desacuerdo con algunas decisiones de Rajoy, como por ejemplo en las políticas fiscales y en el caso Bolinaga.

Uno de los puntos más álgidos en la relación entre ambos llegó con el escándalo por las denuncias de corrupción en el partido, ligadas a la figura de Luis Bárcenas. Todo ha sido motivo de diferencia en los últimos años: la confección de las listas electorales, las diferentes decisiones de las direcciones nacional o regional, los elogios de Aguirre a las palabras de Aznar contra Rajoy, las acusaciones cruzadas de filtraciones a los medios...

Más cercano en el tiempo aparecen los cruces y duelos por otros motivos. En 2015, Aguirre desafió permanentemente a Rajoy, ya que aún no tiraba la toalla en su batalla por liderar el Partido Popular y así lo ha hacía saber públicamente.

En marzo del pasado año, el foco de la polémica fue la candidatura de Aguirre a la alcaldía de Madrid. Ella llegó a afirmar en una entrevista que Cospedal le había dicho que sería candidata en las municipales pero solo si como contrapartida dejaba la presidencia del PP madrileño. El pasado año, también, Aguirre se indignó con Rajoy por su decisión de colocar a Cristóbal Montoro en la lista por Madrid para las elecciones del 20-D.

Estos fueron algunos de los capítulos más destacados de las peleas entre ambos, hasta llegar al presente, donde Aguirre (una vez más) ha vuelto a bramar contra Rajoy.