Excarcelada la etarra Majarenas para que pueda vivir con su hija en un centro de acogida

  • La etarra Sara Majarenas podrá vivir con su hija, que fue apuñalada por su padre, en un centro de acogida después de ser excarcelada.

    La niña cumple tres años por lo que no podía seguir viviendo con la madre en la cárcel de Picassent.

Excarcelada la etarra Majarenas para que pueda vivir con su hija en un centro de acogida
Excarcelada la etarra Majarenas para que pueda vivir con su hija en un centro de acogida

La etarra Sara Majarenas podrá vivir con su hija desde este jueves fuera de prisión. La Audiencia Nacional ha excarcelado a la que fuera miembro del comando Levante de ETA concediéndole el segundo grado. Ambas ingresarán en un centro de acogida, según ha establecido el juez de Vigilancia Penitenciaria.

La niña cumple este jueves tres años, por lo que no podía ya vivir con su madre, que se encontraba en la cárcel de Picassent. La menor fue apuñalada por su padre, con quien pasaba algunos fines de semana, hace ahora un mes y medio. 

Madre e hija vivirán a partir de ahora en la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, que ayuda a presos en situación de semilibertad.La carta de Majarenas

Majarenas había reclamado una solución para que su hija no dejara de vivir sin ella. En una carta publicada en el diario Gara había afirmado que Izar físicamente esta bien, "a pesar de todo lo sufrido", pero "queda mucho recorrido por hacer en lo psicológico y lo emocional".

"Izar sale a la calle, y no puede volver a sentir que se separa de mí. Yo la necesito a ella, ella me necesita a mí. Si no, no habrá reparación posible. O por lo menos, costará mucho mas", había manifestado la etarra.

En la misiva, la hasta hoy presa había expresado su agradecimiento por "el apoyo, el cariño y la fuerza" que ha recibido "desde el primer momento" tanto ella, como la pequeña Izar y toda su familia. "Sin toda esta fuerza y energía, nada de esto hubiera sido posible", ha remarcado.

"Sin duda, he vivido y estoy viviendo el momento más duro y difícil de mi vida", manifiesta Majarenas, quien asegura que lo ocurrido con la agresión a su hija es "algo impensable" y que "nunca" imaginó que podría ocurrirle a ella.

"Como si estas cosas solo pasaran a los demás, como si yo nunca pudiera ser víctima de la violencia machista, pero sin embargo, me ha pasado, demostrando una vez más que la lacra de la violencia sexista se expande absolutamente por todas partes", afirma."No es un accidente"

En esa línea, remarca que "lo que le ha tocado vivir" a Izar "no es fruto de un simple accidente, ni de una enfermedad casual", ya que a la pequeña "le intentó asesinar su propio padre, con la única intención de dañarme a mí y a toda mi familia" y se felicita por el hecho de que "afortunadamente erró en su objetivo".

"Izar ha luchado como una 'txapelduna' (campeona en euskera) y físicamente, a pesar de todo lo sufrido, está bien", destaca Majarenas quien, no obstante, incide en que "queda mucho recorrido por hacer en lo psicológico y lo emocional". "Izar no está bien en ese sentido, y esa es mi máxima preocupación en estos momentos, no entiende qué le hizo su propio padre, y no entiende tampoco por qué ha desaparecido de su vida de repente", detalla.

Según relata, en estas "largas" cinco semanas que Izar ha estado hospitalizada, "lo más duro fue estar separadas durante tres semanas, viéndonos únicamente una hora cada dos días", algo que supuso "una verdadera tortura" para su hija, "añadiendo a todo su grave cuadro, tanto físico como psicológico, una acentuada ansiedad por la separación de la madre".

Por todo ello, subraya que Izar "necesita a su amatxo más que nunca" y defiende que "hoy es el día que no nos puede volver a pasar lo mismo". 

Finalmente, reitera el agradecimiento por "toda la fuerza que estáis haciendo, entre todos, desde todos los lugares y desde todos los ámbitos, para que entre todas consigamos: "Izarrekin Sara Etxera!".

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