Extraditados a EEUU e imputados otros dos señalados en asesinato de agente aduanero

Dos mexicanos fueron extraditados a Estados Unidos y acusados ante una corte del Distrito de Columbia de participar en el asesinato del agente aduanero estadounidense Jaime Zapata en 2011, informó en un comunicado el Departamento de Justicia este lunes.

Jesús Iván Quezada Piña, alias "Loco", de 28 años, y Alfredo Gastón Mendoza Hernández, alias "Camarón" y alias "Burger", de 33, enfrentan cargos de asesinato e intento de asesinato de un funcionario estadounidense, indicó la nota.

El comunicado no precisa cuándo fueron extraditados a territorio estadounidense.

Las acusaciones datan de hace exactamente un año pero fueron divulgadas al levantarse el secreto del sumario este lunes, cuando Quezada y Piña comparecieron ante un tribunal del Distrito de Columbia, que comprende la ciudad de Washington. Ambos fueron retenidos sin fianza.

Otros cuatro detenidos, entre ellos Julián Zapata Espinoza, alias "Piolín", ya se declararon culpables ante las cortes estadounidenses de colaborar en el asesinato de Zapata y en el intento de asesinato de otro agente, Víctor Ávila.

Un quinto detenido, José Emanuel García Sota, alias Safado, de 35 años, fue extraditado a Estados Unidos en octubre y está a la espera de un juicio.

Zapata y Ávila, funcionarios de la agencia de Inmigración y Aduanas estadounidense (ICE), viajaban a bordo de una camioneta blindada en las afueras de San Luis Potosí (norte) el 15 de febrero de 2011, cuando fueron localizados y perseguidos por un grupo de sicarios del cártel mexicano de Los Zetas comandado por "Piolín".

Tras bloquear el vehículo de los agentes, los sicarios les dispararon, lo que provocó la muerte de Zapata y heridas graves a Ávila.

Los sicarios fueron detenidos días después por las autoridades mexicanas y extraditados a Estados Unidos.

La muerte de Jaime Zapata fue la más importante de un agente estadounidense en México tras el asesinato del policía antinarcóticos Enrique Camarena en 1985, que causó conmoción en medios policiales en ambos países.

Pero todo pudo haber sido un error.

Según el testimonio de "Piolín", distribuido por el Departamento de Justicia, los sicarios detectaron la camioneta blindada y creyeron que eran rivales de otro cártel, por lo que iniciaron la persecución.

Zapata y Ávila se negaron a salir del vehículo, por lo que los sicarios los balearon y luego se dieron a la fuga, sin saber a quiénes habían atacado, aseguró "Piolín" ante el juez.

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