HRW dice que el Ejército leal al Gobierno del este de Libia podría haber cometido crímenes de guerra en Benghazi

  • La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha afirmado este miércoles que Ejército leal al Gobierno libio asentado en el este del país podría haber cometido crímenes de guerra en la localidad de Benghazi (este), tras salir a la luz imágenes sobre la ejecución de detenidos y la mutilación de cadáveres de milicianos islamistas.
EUROPA PRESS

En su comunicado, la ONG ha denunciado que los militares supuestamente interceptaron a civiles que intentaron escapar del barrio de Ganfuda el 18 de marzo, algunos de ellos acompañados por combatientes, estando en paradero desconocido desde entonces.

La organización ha reclamado al jefe del Ejército, el mariscal de campo Jalifa Haftar, que ordene una investigación "total y transparente" de los presuntos crímenes cometidos por sus fuerzas.

"La cúpula del Ejército debe responder urgentemente a estas alarmantes acusaciones investigando a los supuestos responsables, entre ellos los comandantes que pudieran tener responsabilidad individual", ha dicho el subdirector de HRW para Oriente Próximo y Norte de África, Joe Stork.

El comunicado ha sido publicado unos días después de que saliera a la luz un vídeo en el que se veía a militares exhumar y mutilar el cadáver del líder islamista Jamal Majzum en Benghazi.

En el mismo, se ve cómo los militares atan a un coche el cuerpo de Majzum, claramente descompuesto, antes de golpearlo en medio de disparos al aire.

El Consejo de la Shura de los Revolucionarios de Benghazi (CSRB) anunció la semana pasada la muerte de Majzum, antiguo líder del grupo, en los enfrentamientos en el barrio de Ganfuda.

En otros vídeos y fotografías se ve a soldados posando con el cuerpo colgado de un combatiente, mientras que otro cadáver es mutilado por un soldado, que le corta las orejas y las manos. En otra foto, un soldado posa junto a un cuerpo ardiendo.

El Ejército leal al Gobierno asentado en el este del país ha asegurado este mismo lunes que investigará a los soldados sospechosos de crímenes de guerra, ante las condenas suscitadas por otro vídeo en el que un comandante ejecuta a tres presos esposados.

Familiares, activista y periodistas locales citados por HRW han afirmado que decenas de civiles huyeron de Ganfuda ante el avance del Ejército, dirigiéndose a barrios controlados por el CSRB en el centro de la ciudad.

El Ejército habría interceptado a al menos siete familias después de que el coche en el que viajara sufriera una avería, tras lo que los soldados atacaron y mataron a varias personas, deteniendo a otras.

"Las fuerzas del Ejército han estado cometiendo graves violaciones de los Derechos Humanos desde hace un tiempo de forma descontrolada y con impunidad", ha lamentado Stork.

"Los comandantes militares tienen que saber que también pueden tener que rendir cuentas a menos de que hagan algo de forma activa para poner fin a estas violaciones", ha remachado.

LA TOMA DE GANFUDA

Las tropas leales a Haftar tomaron el sábado el barrio de Ganfuda, uno de los escasos bastiones de los islamistas en la localidad de Benghazi, situada en el este del país.

La ciudad ha sido uno de los puntos clave en las confrontaciones en el país desde que Haftar lanzara en mayo de 2014 la 'Operación Dignidad' contra las milicias islamistas.

Si bien en ese momento era Ansar al Sharia --ligada a la organización terrorista Al Qaeda-- la que tenía mayor peso en la ciudad, en la actualidad es el grupo yihadista Estado Islámico el que cuenta con más milicianos.

La ofensiva de Haftar ha sido renovada durante los años, y en febrero de 2016 arrancó bajo el nombre 'Operación Sangre de los Mártires', logrando arrinconar a los yihadistas en varios barrios, entre ellos Ganfuda.

La ciudad ha sido uno de los focos de los combates desde el derrocamiento y ejecución a manos de los rebeldes de Muamar Gadafi en octubre de 2011, que derivó en la división del país en dos gobiernos enfrentados y respaldados por diferentes milicias.

El gobierno de unidad surgido tras un acuerdo mediado por Naciones Unidas se instaló recientemente a la capital para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.

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