Huelga de transporte en Francia a diez días de la Eurocopa de fútbol

La protesta social que enfrenta desde hace tres meses el presidente socialista francés François Hollande se convierte a partir de este martes en una huelga de los transportes ilimitada, con consecuencias imprevisibles a diez días del inicio de la Eurocopa de fútbol.

La compañía de ferrocarriles francesa (SNCF) ya ha sufrido ocho días de huelga desde marzo, y sus sindicatos buscan con esta nueva protesta presionar en las negociaciones sobre el tiempo de trabajo, y de paso apoyar la vasta contestación contra un proyecto de reforma laboral.

Para intentar suavizar el conflicto con los trabajadores del ferrocarril, el ejecutivo está presionando para que alcancen un acuerdo con la dirección de la SNCF.

Al mismo tiempo, el gobierno también anunció un aumento salarial para los profesores, que votan tradicionalmente a la izquierda.

El duelo entre el primer ministro Manuel Valls y el líder del sindicato Central General de Trabajadores (CGT), Philippe Martinez, uno de los sindicatos del país y el principal impulsor de las protestas, no facilita las cosas, indican varios diarios. "Martinez debe salir vencedor y Valls invicto. Un equilibrio difícil de lograr", afirma el diario regional Le Midi libre.

Francia está "atascada", "espera y sufre", agrega el diario La Nouvelle République, que circula en la región centro oeste del país.

Según un comunicado de la SNCF, las perturbaciones en los transportes que se vivirán el miércoles serán significativas pero no paralizantes. Circularán el 60% de los Trenes de Alta Velocidad (TGV), y 30% a 40% de los trenes regionales.

En el metro en París, no habrá "perturbaciones de importancia", aseguró el secretario de Transportes, Alain Vidalies.

A nivel internacional, la SNCF prevé un tráfico normal en Eurostar y Alleo (Alemania), 75% de los trenes Lyria (Suiza) y Thalys y solo 40% de Ellipsos (España) y una tercera parte de los trenes SVI (Italia).

El martes por la mañana, la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, afirmó que espera "proposiciones de la CGT" sobre la ley que reforma el código laboral, al mismo tiempo que reiteró la firmeza del gobierno.

Si lo que pide la CGT "es el desmantelamiento del texto y especial el artículo 2" por el que se da prioridad a los acuerdos de empresa frente a los acuerdos sectoriales, "no lograremos un acuerdo", advirtió.

El proyecto "no será retirado", insistió François Hollande el martes en el diario regional Sud Ouest.

Para el ejecutivo, que atraviesa una impopularidad récord, la ley, que se discute en el Parlamento, facilitará la adaptación de las reglas de trabajo a la realidad de la empresa y favorecerá la lucha contra el desempleo endémico (10%). Sus detractores consideran que incrementará por el contrario la precariedad de los asalariados.

La huelga de trenes del martes se inicia a las 18H00 GMT. Luego de ese movimiento social están previstos paros el jueves en el metro parisino y próximamente de los pilotos de Air France.

El lunes, el Comité de Turismo de París y su región se alarmó ante las consecuencias de esos "acontecimientos sociales" para la imagen del país.

"Las escenas de enfrentamientos en pleno París, difundidas en el mundo entero, refuerzan el sentimiento de temor e incomprensión de los visitantes en un contexto ya tenso", subrayó el presidente de ese comité, Frédéric Valletoux.

A su juicio, luego de un inicio de año afectado por los atentados de noviembre en París, "todavía hay tiempo para salvar la temporada turística poniendo fin a los bloqueos" antes de la Eurocopa 2016 (10 de junio-10 julio).

Desde marzo la protesta llegó al sector petrolero y para evitar la penuria de combustible, el gobierno ordenó desbloquear depósitos y recurrió a las reservas estratégicas.

Aunque la huelga continuaba el martes en las refinerías de petróleo, la movilización de los industriales y de los poderes públicos permitió una "neta mejoría" del suministro a las estaciones de servicio, según la Unión Francesa de Industrias Petroleras (Ufip).

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