INVESTIDURA. SÁNCHEZ, PRIMER CANDIDATO QUE SE ENFRENTA A UNA POSIBLE INVESTIDURA FALLIDA

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es el primer candidato a la Presidencia del Gobierno que se enfrenta a una posible votación de investidura fallida en la historia de España.
Esta semana Sánchez afronta el debate de investidura sin haber cerrado previamente los acuerdos necesarios para garantizar la confianza del Congreso de los Diputados. Se da por hecha su derrota en la primera votación, prevista para el miércoles, en la que necesita mayoría absoluta, pero tampoco se prevén muchas opciones en la segunda, el viernes por la noche o el sábado por la mañana, en la que bastaría mayoría simple (más votos a favor que en contra al margen de las abstenciones).
Sánchez cuenta solo con sus noventa diputados (89 del PSOE más el de Nueva Canarias, que concurrió conjuntamente a las elecciones) y el respaldo de los cuarenta de Ciudadanos tras el acuerdo firmado con su líder, Albert Rivera. En total, 130 escaños que no serán suficientes para superar los votos en contra.
Si así fuera, el plazo de tiempo que empieza a correr con la primera votación seguiría su curso con un límite de dos meses. El 3 de mayo, si ningún candidato hubiera obtenido la confianza del Congreso, se disolverían las Cortes y se convocarían elecciones para el 26 de junio.
SÁNCHEZ COMO ZAPATERO
Con anterioridad a Sánchez, solo otro candidato, también socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, había necesitado la segunda votación de investidura. Fue en 2008, cuando revalidó su mandato con mayoría simple y en la segunda votación fue elegido solo con sus 169 escaños. La prueba de que no había duda de que esa votación sería definitiva es que si se hubieran tenido que repetir las elecciones hubieran caído en un día entre semana, ya que no se habían calculado los plazos para celebrarlas en domingo, como sí se ha hecho esta vez. Cuatro años antes, en 2004, Zapatero ganó sin mayoría absoluta pero la obtuvo en la primera votación de investidura sumando los votos de ERC, IU-ICV, Coalición Canaria, BNG y CHA.
Antes de Zapatero solo Leopoldo Calvo Sotelo había necesitado una segunda votación de investidura, pero él no había pasado por las urnas sino que recogía el testigo tras la dimisión de Adolfo Suárez. Esa segunda votación de investidura de Calvo Sotelo es recordada porque fue interrumpida por el intento de golpe de Estado, el 23 de febrero de 1981. Suárez había sido investido en 1979 con mayoría absoluta resultante de sumar a sus escaños los de Coalición Democrática y los del Partido Socialista de Andalucía.
PRIMERA VOTACIÓN
En 2011 el candidato del PP y actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ganó las elecciones con mayoría absoluta y con sus votos superó también la investidura de forma holgada.
Su predecesor José María Aznar fue investido también presidente del Gobierno en primera votación por mayoría absoluta. En 2000 con sus propios escaños obtenidos en las urnas y en 1996 con el respaldo de CiU, PNV y Coalición Canaria.
Felipe González obtuvo también la confianza del Congreso siempre en la primera votación. En 1982 y 1986 gracias a sus propias mayorías absolutas. En 1989 esa mayoría absoluta fue de hecho por vía indirecta, ya que la anulación judicial de las elecciones en Pontevedra y en Murcia y la ausencia de los diputados de Herri Batasuna dejó el hemiciclo reducido a 333 miembros y la mayoría absoluta en 167, justo los escaños del PSOE una vez perdidos los que tenía en esas dos circunscripciones. En 1993 ganó las elecciones por mayoría simple pero fue investido por mayoría absoluta con el respaldo de CiU y PNV.

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