INVESTIDURA. SÁNCHEZ ATACA A RAJOY PERO TIENDE LA MANO AL PP EN LOS “GRANDES ASUNTOS DE ESTADO”

El candidato a la investidura como presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, atacó este martes en su discurso al jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, al tiempo que tendió la mano al PP para acordar los “grandes asuntos de Estado”.
Sánchez centró su discurso en destacar las propuestas que pueden ser asumidas por otras fuerzas partidarias del cambio y hacer hincapié en la necesidad de dialogar para aproximar posiciones y hacer realidad ese cambio.
Toda su intervención estuvo plagada de críticas a las políticas desarrolladas por el PP durante los últimos años y de forma particular a Rajoy, al que comenzó afeando desde el comienzo su decisión de declinar el ofrecimiento del Rey para intentar formar Gobierno.
Destacó que es la primera vez que la segunda formación en votos y en escaños asume esa responsabilidad porque la primera declinó. “No entendí el encargo del Rey como una invitación que pudiera rehuir sino como un deber ineludible”, precisó.
Cuando no hay mayoría absoluta, afirmó después, elentendimiento es el único camino, y el PSOE tenía que elegir: “O mantener la situación de bloqueo de nuestras instituciones o asumir la responsabilidad de volver a poner en marcha el funcionamiento de nuestro sistema democrático”.
Se remontó a la legislatura anterior para denunciar que el PP impuso “su absoluta mayoría hasta convertir su toma de decisiones en absolutista” prescindiendo del diálogo con los demás, y ahora la mayoría interpreta que el cambio es, entre otras cosas, acabar con las imposiciones y el frentismo.
Con el PP no es posible promover un Gobierno de cambio, dijo, pero su apuesta es mantener la mano tendida para “dialogar y acordar sobre los grandes asuntos del Estado”, dijo en un momento de su intervención, antes de volver a las críticas y alertar a Rajoy, por ejemplo, de que el ejercicio del poder “es una concesión temporal” de los ciudadanos, “no una propiedad”.
"ESCAPISMO" Y "FALTA DE COMPROMISO"
Habló después del “escapismo” de Rajoy durante la legislatura y de la disyuntiva del PSOE tras las elecciones: “O contribuir al desgobierno y a la falta de compromiso o dar un paso adelante e intentar conformar una mayoría que afronte los cambios urgentes” que España necesita.
Denunció también las políticas “crueles” e “ineficaces” puestas en marcha con la justificación de la austeridad, “bandera que siempre enarbolan los que nunca fueron austeros a costa de quienes siempre lo fueron por necesidad”.
Fue contundente asimismo al asegurar que Europa sancionará a España por la rebaja fiscal “electoralista” y el incumplimiento de los requisitos de déficit, con lo cual los españoles “vamos a pagar dos veces el hecho de que usted antepusiera los intereses de su partido sobre los intereses generales”.
En otros momentos de su discurso acusó al Gobierno en funciones de haber convertido en ciudadanos “de segunda” a los habitantes de zonas rurales por los recortes en sanidad o de haber acometido “una voladura incontrolada del equilibrio en las relaciones laborales”.
Sánchez terminó su discurso recuperando la idea inicial destacando que ha cumplido con su objetivo de trabajar por el cambio, tanto ante los ciudadanos como ante las instituciones, incluida la Jefatura del Estado. Expresó de hecho su satisfacción porque al aceptar el reto “hemos resuelto el bloqueo de la situación política a la que la falta de responsabilidad del señor Rajoy nos había llevado”.
“Los mecanismos de la democracia hoy vuelven a ponerse en marcha. Los plazos empiezan a correr y el Estado sale del bloqueo”, aseguró.

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