Inician juicio a militares que hace tres décadas violaron a 11 campesinas en Perú

Un tribunal civil inició el viernes en Lima el juicio contra 14 militares que hace más de tres décadas violaron a 11 mujeres campesinas en una base militar en los andes peruanos, durante el conflicto interno que vivió Perú contra la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso.

Los hoy exmilitares pertenecieron al ejército peruano y son acusados por la fiscalía del delito contra la libertad sexual, que supuestamente cometieron en las bases militares de las comunidades campesinas de Manta y Vilca entre los años 1985 y 1995 en la región Huancavelica, una de las más pobres del país.

La fiscalía solicitó a los magistrados de la Sala Penal Nacional sanciones que oscilan entre los ocho y 18 años de prisión.

La primera audiencia fue pública, aunque los abogados de los acusados demandaron que las siguientes sesiones sean privadas, como lo permite la legislación peruana en casos de abuso sexual.

No obstante, el abogado de las víctimas, Carlos Rivera, reclamó que las sesiones sean públicas, alegando que las víctimas pasaron un proceso de recuperación psicológica.

Sólo siete de los catorce exmilitares procesados se presentaron a la audiencia de este viernes. Del lado de las 11 víctimas, ninguna acudió.

Grupos defensores de los derechos humanos y familiares de las víctimas realizaron una pequeña manifestación pacífica en las afueras del tribunal para llamar la atención de la ciudadanía sobre uno de los problemas que el país arrastra como consecuencia del enfrentamiento entre militares y grupos guerrilleros y terroristas entre 1980 y 2000.

Según la ONG Demus en Perú existen "más de 5 mil casos registrados de mujeres violadas durante el conflicto armado interno peruano y 147 hijos producto de esos delitos".

El conflicto interno peruano dejó unos 69.000 muertos y desaparecidos, según un informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de 2003.

Sendero Luminoso está hoy descabezado y sus principales líderes presos, empezando por su jefe histórico, Abimael Guzmán, quien desde 1992 cumple una condena a perpetuidad.

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