Los entresijos del Canal y sus tramas en América dan la puntilla al PP de Aguirre

  • La compra de una empresa brasileña por 21,4 millones y que a los pocos meses sólo valía 5 abrió la investigación que Cifuentes llevó a la Fiscalía.

    La trama latinoamericana es la punta del iceberg de una entidad que ha sido acusada de nepotismo, enchufes, pagos de favores y lleva años en el punto de mira como uno de los focos de la corrupción.

Los entresijos del Canal y sus tramas en Latinoamérica que acaban con el PP de Aguirre
Los entresijos del Canal y sus tramas en Latinoamérica que acaban con el PP de Aguirre
S.B.
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En el año 2013 la sociedad Canal Extensia (filial de Canal de Isabel II)  compró a través de Inassa (Sociedad Interamericana de Aguas y Servicios SA), con sede en Barranquilla (Colombia), por 21,4 millones de euros la compañía brasileña Emissao Engenharia e Construsçoes. Una operación como muchas otras que había llevado a cabo la mayor empresa de la Comunidad de Madrid en su expansión por Iberoamérica. El problema es que apenas medio año después la nueva adquisición sólo valía cinco millones de euros.

A partir de ahí, el entramado, el 'chiringuito' que se había organizado en el Canal de Isabel II, levantó las sospechas. Lo que no manejaban los gestores, al calor del gobierno del ahora detenido Ignacio González, era que la investigación y la denuncia vendría del lado 'amigo'. Porque fue en mayo de 2016 cuando la recién nombrada presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes empezó a abrir los cajones de la sociedad de la mano de su nuevo director gerente Rafael Prieto. Y lo que iban encontrando olía muy mal, sobre todo cuando el nuevo responsable detectó pagos de la operación a través de bancos suizos.

En la operación de Brasil, según el Presidente del Canal, Ángel Garrido, interpelado en su momento en la Asamblea de Madrid, habían aparecido cuestiones que les parecían "anómalas", relativas a diferentes etapas, precios, plazos y fórmulas de pago de la operación. La decisión de Cifuentes fue ponerlo en conocimiento de la Fiscalía sabedora que iba a suponer la destrucción del 'antiguo régimen' que habían liderado Esperanza Aguirre e Ignacio González. La denuncia versaba sobre la adquisición por parte del Canal de la compañía brasileña a través de una sociedad instrumental radicada en Uruguay (Soluciones Andinas de Agua) y que carecía de actividad.

"No me sorprende en absoluto que fuese Cifuentes porque es una persona muy ambiciosa que quiere presidir este país y necesitaba quitarse de en medio a toda esa casta que representaban Aguirre y González", apunta a Lainformación.com Liliana González, abogada y activista de la Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II. Esta letrada ha terminado por convertirse en una especialista en los asuntos y manejos de Ignacio González. En 2013 participó en la querella interpuesta ante la Fiscalía Anticorrupción de Málaga por el 'caso ático' y en 2014 en la querella criminal ante el Tribunal Supremo por la presunta mala gestión de Ignacio González en Telemadrid, que fue suspendida y añadida al 'caso ático'.

La operación de Emissao Engenharia e Construsçoes provocó además una limpieza del organigrama del Canal ordenada por Cifuentes. Antes, habían destituido al jefe de seguridad, Luis Miguel Garrido, al detectar que cargaba al presupuesto de la empresa la escolta de Ignacio González después de haber abandonado el gobierno regional.

Las cabezas que rodaron después del fiasco de Brasil fueron las de María Fernanda Richmond, directora financiera y esposa de Javier de Andrés (consejero delegado de Indra y amigo de González), y la del presidente ejecutivo de Sociedad Interamericana de Aguas y Servicios (Inassa), Edmundo Rodríguez Sobrino, uno de los hombres de González en Latinoamérica que apareció en los papeles de Panamá y que también ha sido detenido en la operación de este miércoles.

La aventura del Canal en Latinoamérica tuvo su germen en la fallida privatización promovida por Esperanza Aguirre en 2008. Nadie quiso el 49% de la empresa pública y el gobierno regional renunció a la venta aunque anunció la creación de una Sociedad Anónima denominada Canal Gestión, de la cual el 80% de las acciones eran de la Comunidad y el 20% de los ayuntamientos que participaron en la nueva sociedad.

Fue con Canal Gestión, que empezó a operar en 2012, y la creación de Canal Extensia, cuando se lanzaron al mercado latino llegando a acumular más de 30 empresas que hoy se han reducido a 15según los datos de la web del Canal. "Nosotros llevamos denunciando desde 2010 que había una operación partir de la cual se estaba invirtiendo con sociedades interpuestas en América Latina", apunta Liliana Pineda.

La inversiones del Canal se hacían comprando acciones y utilizando otras empresas como Aguas de Barcelona y se realizaba la compraventa en otras empresas. "El Canal perdió mucho dinero y denunciamos que contribuía a la privatización del agua en aquellos países con procedimientos delictivos", denuncia la letrada que también revela que "obtuvieron préstamos de Caja Madrid para crear las empresas vehículos" y montar el entramado en Latinoamérica.

Durante más de diez años se fue tejiendo el conjunto de filiales y según los datos económicos en 2015 llegaron a generar 250 millones de ingresos. Ahora, se han reducido a la mitad cerrando empresas en Colombia, Venezuela, México, Panamá y Costa Rica. En resumen, el Canal de Isabel II actúa como empresa pública en España, pero funciona como compañía privada en América Latina a través de un entramado societario que en la práctica escapa al control de los órganos fiscalizadores tanto la Asamblea de Madrid o la Cámara de Cuentas.

Los entresijos del Canal de Isabel II llevan tiempo en el punto de mira. Muchas han sido las acusaciones de nepotismo y amiguismo durante la etapa de González por acomodar en los puestos directivos a personas afines al Partido Popular, desde Fernando de Cevallos (Director de la Secretaría General técnica, según reza en su perfil de Linkedin), marido de la exconsejera de presidencia de la Comunidad, Regina Plañiol, hasta el primo de Esperanza Aguirre, Francisco Javier Aguirre Pemán, como subidirector de marketing; pasando por María del Camino Arroyo, la exmujer de Gustavo de Arístegui, para la que se creó un departamento de protocolo.

Hace más de un año que el juez Velasco puso lo proa al asunto y situó al Canal de Isabel II en el foco de la corrupción del PP de Madrid (trama Púnica), saliendo a la luz que González se sirvió supuestamente de la empresa para sufragar campañas de imagen en internet y alimentar la caja B del partido. Ahora, con la ayuda de la Comunidad de Madrid (Cifuentes), se destapa la trama latinoamericana de la histórica casa fundada en 1851. "El nepotismo, el enchufismo, el pago de favores lleva años. Tenían gente trabajando que venía de Colombia y también son investigados. Las prácticas corruptas se vienen denunciando hace tiempo en la Asamblea de Madrid y Cifuentes tiene todos los datos porque se los hemos dado", concluye Liliana Pineda.

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