A esto, Armengol ha indicado que el Govern está "en contra de cualquier medida que rebaje los derechos de la ciudadanía" y ha asegurado que está para "hacer política en positivo y mejorar la calidad de vida" de los ciudadanos de Baleares.
Asimismo, ha reconocido que el CETA ha causado "fuerte oposición de la sociedad civil organizada y ha destacado los grupos de trabajo y reuniones mantenidas por el Govern para el estudio de los efectos de éste y otros tratados como el TTIP.
Por su parte, Jarabo ha insistido en que el CETA "no es simplemente un acuerdo comercial" ya que "modificará las regulaciones y afectará a los servicios públicos" de Baleares.
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