Esparza ha logrado un 83 por ciento de apoyo en un congreso en el que no ha tenido rival para ratificar su cargo de presidente, un cargo al que accedió en septiembre de 2015 tras la salida de Yolanda Barcina.
El cónclave de este domingo ha dejado atrás además el traumático congreso que celebraron los regionalistas en 2013, cuando Yolanda Barcina y Alberto Catalán compitieron por la Presidencia del partido, en una disputa en la que Barcina se impuso de manera muy ajustada.
Este domingo tampoco ha habido competencia por asumir los otros dos cargos unipersonales del partido: la secretaría general y la vicepresidencia. El primero es asumido por Yolanda Ibáñez, actual alcaldesa de Milagro, que da el salto desde un discreto plano municipal a la primera línea del partido.
Por su parte, Óscar Arizcuren, hasta ahora secretario general, ha sido elegido vicepresidente del partido, un cargo sin poder ejecutivo en la práctica pero que le permite mantenerse en la dirección del partido.
A partir de ahora, la renovada dirección de UPN tendrá el reto de recuperar el Gobierno de Navarra para la formación regionalista, después de haber perdido el poder en las pasadas elecciones forales de mayo.
En esos comicios, con Javier Esparza como candidato, UPN fue la fuerza más votada en Navarra, pero perdió cuatro parlamentarios con respecto a 2011 y se quedó sin posibilidad de alcanzar los pactos necesarios para formar Gobierno. La alternativa en el Ejecutivo fue liderada por la candidata de Geroa Bai, Uxue Barkos, con el apoyo de EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra.
UPN también sufrió la pérdida de poder en los principales ayuntamientos navarros, tales como Pamplona, Tudela, Barañáin, Tafalla o Estella, unas instituciones que la formación regionalista aspira a volver a liderar.
"CADA VEZ HAY MÁS GENTE QUE QUIERE QUE VOLVAMOS"
El propio Javier Esparza ha defendido este domingo que "hoy empieza la cuenta atrás" para que UPN "recupere el Gobierno, los ayuntamientos y las mancomunidades", y ha asegurado que "cada vez hay más gente en Navarra que lo que quiere es que volvamos". "La sociedad navarra está viendo cómo está gobernando el Gobierno que tenemos a día de hoy, a veces de forma sectaria, no respetando a miles de navarros, gobernando para los suyos, no gobernando para todos", ha indicado.
En esta línea, el líder regionalista ha afrontado el congreso como "un pistoletazo de salida" tras "haber perdido el Gobierno y ayuntamientos muy importantes".
Al respecto, Esparza ha señalado que en UPN "hemos hecho autocrítica y la vamos a seguir haciendo", y ha incidido en que "tenemos tres años por delante para presentar un proyecto que ilusione de nuevo a la gente", que "reafirme" a "los votantes que nos han dado su confianza" y para que "gente que en algún momento se ha quedado en casa o ha optado por otras opciones políticas vuelva a confiar en UPN".
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