Justicia panameña cerca a Martinelli en su refugio dorado de Miami

La justicia de Panamá dio un nuevo paso en su intento por juzgar al expresidente Ricardo Martinelli, acusado de espionaje e investigado por corrupción, y quien se defiende desde su retiro dorado en Miami.

"Esta es una persecución política total. Han violado todo el debido proceso y todos mis derechos. Yo soy absolutamente inocente de todos estos cargos", dijo Martinelli en una entrevista en el canal panameño NexTv.

"Yo duermo tranquilo mis ocho horas todas las noches porque no he hecho nada indebido ni nada incorrecto", añadió el exmandatario después que la cancillería panameña solicitara esta semana su extradición a Estados Unidos.

La Corte Suprema, encargada de investigar a Martinelli por su condición de diputado del Parlamento Centroamericano, acusa al exgobernante de ordenar la intervención de teléfonos y correos electrónicos de unos 150 opositores a su gobierno, el que ejerció entre 2009 y 2014.

Pero este no es el único caso que persigue a Martinelli, un magnate con pasaporte italiano que arrasó en las elecciones de 2009 y que de niño lustraba zapatos para saber cómo vivían otros niños menos afortunados.

Con un lenguaje incendiario y populista, el exgobernante de 64 años alcanzó la presidencia declarándose enemigo de los "políticos de siempre" y afirmando que no le temblaría la mano para enfrentar a quienes utilizaran la política "para hacerse millonarios".

Sin embargo, tras su paso por el poder hay 200 investigaciones en curso sobre su gestión, según la sección panameña de Transparencia Internacional, cuyo presidente, José Ugaz, afirmó que durante su administración se produjo "corrupción a gran escala", al punto de considerar esta causa como "una de las más emblemáticas a nivel mundial".

La Corte panameña ha admitido inicialmente solo seis denuncias. Los casos más avanzados son el de espionaje de opositores y la presunta sobrefacturación en un contrato de 45 millones de dólares por la compra de comida deshidratada para escuelas públicas.

A Martinelli también se le señala por el uso de cuentas secretas para cometer fraudes, cobro de comisiones por evasión fiscal, compra con sobreprecios de granos con fondos de un programa social gubernamental y dudosos indultos.

Durante la gestión de Martinelli "se robó cientos de millones de dólares en proyectos que estaban sobrevalorados intencionalmente para quedarse con la sobrevaloración", comentó a la AFP Mitchel Doens, exsecretario general del opositor Partido Revolucionario Democrático (socialdemócrata).

Pese a todo, los seguidores de Martinelli defienden la ejecución de sus obras y programas sociales.

El exgobernante dice ser un "chivo expiatorio" para desviar la atención de lo que considera errores de gestión del actual mandatario Juan Carlos Varela, un exaliado convertido en enemigo desde que lo cesó en 2011 de su cargo de canciller.

"Él (Martinelli) es una especie de tractor que pisaba el acelerador, pero con esa misma capacidad de remover escombros se iba llevando todo por delante", dijo a la AFP Jaime Porcell, especialista en marketing político.

"Su gobierno tendió a la concentración de poderes en detrimento de la institucionalidad democrática", afirmó a la AFP el catedrático de Relaciones Internacionales de la Florida State University, Carlos Guevara Mann.

Desde enero de 2015, el "Loco", como le apodan sus seguidores, reside en Miami, donde a través de Twitter fustiga al gobierno de Varela y muestra fotos de las visitas que recibe.

Incluso, durante la pasada Copa América, se dejó entrevistar y fotografiar por aficionados.

"En otros países, por muchas menos cosas, hay gente presa y en el caso de Panamá este señor sigue en categoría de turista en Estados Unidos", dijo a la AFP Magaly Castillo, presidenta de la organización Alianza Ciudadana ProJusticia.

"Existe un riesgo muy concreto de que Martinelli logre eludir el lento accionar de la justicia", manifestó Ugaz.

Por si fuera poco, el partido de Martinelli es el favorito para ganar las elecciones de 2019, según las encuestas, y aunque no puede aspirar a ocupar nuevamente la presidencia hasta 2024, los analistas manifiestan que aún tiene tirón político.

Sobre todo si logra "seguir presentando a su gobierno como uno que dio soluciones al pueblo panameño, ante las percepciones de ineptitud y lentitud del gobierno actual", consideró Guevara.

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