Nour Khallil, un refugiado sirio en Torrelavega (Cantabria): "Me gusta España porque es como Siria antes de la guerra"

  • Nour Khallil era peluquero en Alepo (Siria) hasta que la guerra le obligó a huir junto con su mujer Maram y su hija de seis meses en enero de 2016. Tras un largo viaje y permanecer nueve meses en Grecia, fue reubicado en España donde ahora se encuentra "muy feliz".
Nour Khallil, un refugiado sirio en Torrelavega (Cantabria): "Me gusta España porque es como Siria antes de la guerra"
Nour Khallil, un refugiado sirio en Torrelavega (Cantabria): "Me gusta España porque es como Siria antes de la guerra"
EUROPA PRESS
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"Me gusta España porque es como Siria antes de la guerra", ha manifestado Khallil, que ha relatado su experiencia a Europa Press. El joven refugiado, ahora con 20 años de edad, junto con su esposa, de 17 y su hija Nadya, que entonces apenas contaba con seis meses, caminaron durante días desde Siria a Turquía.

Una vez en Turquía, emprendieron un viaje de 15 días, primero en coche y posteriormente en barco, en el que junto a otros cuarenta sirios llegaron a Grecia, donde permanecieron nueve meses en un campamento hasta ser reubicados.

Precisamente este martes 26 de septiembre finaliza el plazo acordado por los Estados miembros de la Unión Europea (UE) para la reubicación y reasentamiento de 160.000 refugiados. España ha acogido a algo más de una décima parte del cupo comprometido, lo que ha provocado las críticas a su gestión de las ONG y oposición.

Khallil pidió para él y su familia su traslado a España, porque "le gustaba el país" a pesar de que su padre y su hermano están en Alemania. "Mi familia está en otro país y a mi me gusta aquí, en Torrelavega, Cantabria", explica en un muy buen castellano.

En la ciudad cántabra primero vivieron en un centro de Cruz Roja, pero ahora vive junto a su mujer e hija en un piso.

"Nadya ya va al colegio y ahora está bien", señala el refugiado que recuerda con dolor cómo durante su estancia en Grecia, la menor estuvo meses en el hospital porque apenas pesaba 4 kilos con un año y tres meses de edad.

Khallil achaca el estado de la pequeña a la guerra de Siria, al mal estado del agua y de la comida y lamenta que la atención médica en Grecia no fue la más adecuada. "Ya está bien", destaca, con ganas de olvidar el pasado y mirar hacia adelante, porque quiere que su hija crezca y viva en España.

Para ello, busca ya un trabajo como peluquero, porque en Siria regentaba una peluquería, en Alepo, donde aún viven su madre y su hermana, quienes también quieren viajar a España pero "tienen problemas con los papeles", aunque confía en que Cruz Roja "les ayude para que puedan salir de Siria".

De momento y en muchos años no quiere volver a Siria y "dentro de 20 años tampoco" porque dice con pena que con esta guerra, "la Siria de antes tardará unos 50 años en volver".

De hecho, añade que la situación en su país es "muy difícil" y que en su ciudad, Alepo, antes vivían siete millones de habitantes y ahora menos de uno. "Hemos estado bajo la guerra. Tengo muchos amigos y familiares muertos también", señala.

Sin embargo, asegura que en España, donde llevan unos diez meses, están "integrados", "muy contentos" y que la gente, en Torrelavega les está ayudando. "Me gusta mucho España, porque es como Siria antes de la guerra. El clima nos gusta y la comida también, aunque es diferente y nos gustaría que Nadya viviera en España", explica.

El refugiado considera que a nivel general "Europa se está portando bien" en esta crisis, pero "no tanto en Grecia".

En el futuro, le gustaría abrir su propia peluquería, junto a su mujer Maram, que ha estudiado maquillaje, pero de momento, vive con la ayuda de Cruz Roja, para el alquiler, la comida y la búsqueda de empleo.

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