Ramush Haradinaj, un antiguo comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA) que llegó a liderar el Gobierno entre 2004 y 2005, fue arrestado el miércoles en Francia. Un tribunal galo ha reafirmado este jueves la prisión provisional, a la espera de aclarar cuál será su futuro.
Hoxhaj ha asegurado que el veto a una visita que tenía previsto realizar el presidente serbio, Tomislav Nikolic, forma parte de las "medidas recíprocas" que Pristina quiere adoptar como represalia a las órdenes de arresto emitidas por las autoridades de la antigua metrópoli.
"Habrá una revisión de nuestras relaciones con Serbia y una revisión del diálogo", ha advertido, en declaraciones a los medios. Ambas partes mantienen abiertas conversaciones con vistas, principalmente, a mejorar su integración en Europa.
Miles de seguidores del ex primer ministro kosovar se han concentrado este viernes ante la Embajada de Francia en Pristina, con banderas de Estados Unidos y Albania. "No ofendáis a Kosovo", rezaba una de las pancartas exhibidas.
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