Leiceaga, el economista que debuta con el reto de liderar la Xunta y afianzar su posición en el PSdeG

Leiceaga, el economista que debuta con el reto de liderar la Xunta y afianzar su posición en el PSdeG
Leiceaga, el economista que debuta con el reto de liderar la Xunta y afianzar su posición en el PSdeG
EUROPA PRESS
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Quien fuera uno de los principales colaboradores del expresidente Emilio Pérez Touriño, cuya figura ha reivindicado constantemente desde que fuera proclamado aspirante a la Xunta, tiene ahora entre manos el objetivo de evitar que el PSdeG caiga a la tercera posición en las elecciones autonómicas y se repita así un 'sorpasso' como el protagonizado en 1997 por el BNG, formación a la estuvo vinculado en sus inicios políticos.

En esta ocasión, es En Marea --el partido instrumental que aglutina militantes de Podemos, Izquierda Unida, Anova y otras fuerzas más pequeñas-- la que se perfila como el rival a batir, después de que prácticamente se produjese un empate técnico entre ambas fuerzas políticas en las últimas elecciones generales, el pasado 26 de junio.

Al igual que durante la campaña interna de las primarias, en la carrera hacia las urnas la estrategia de este economista afincado en la capital gallega nunca fue el choque frontal, sino más bien la diferenciación política, a fin de dejar claro que el verdadero adversario de su partido es el PP de Alberto Núñez Feijóo y no otras formaciones situadas en el ámbito de la izquierda, de las cuales, eso sí, ha ido cuestionando su eficacia a medida que se aproxima el 25S.

Asimismo, consciente de que una de las causas del 'sorpasso' en la década de los 90 no fue sólo el perfil de Xosé Manuel Beiras --quien hoy es uno de los principales referentes de En Marea-- sino también la precaria situación interna del PSdeG, no ha parado de intentar la unidad en sus filas, algo que ha buscado escenificar en actos de campaña con integrantes de las distintas familias socialistas con desigual respuesta por parte de los suyos.

EL SUELO ESTÁ EN 15 DIPUTADOS

Ese adelantamiento del Bloque se produjo a un PSOE liderado por el histórico alcalde de A Coruña Francisco Vázquez y con el actual regidor de Vigo, Abel Caballero, como cabeza de cartel. Cosechó entonces 15 diputados, el peor resultado de los socialistas en autonómicas, por 18 de los nacionalistas, insuficientes contra la tercera mayoría absoluta de Manuel Fraga.

En esta ocasión, el propio Abel Caballero --quien apoyó en las primarias al rival del ahora candidato, José Luis Méndez, y criticó en público los nombres elegidos para la candidatura socialista en su provincia-- ha optado por un perfil bajo durante la campaña y únicamente compartió escenario con Leiceaga en un mitin al que también acudió su secretario general, Pedro Sánchez.

PESO ORGÁNICO

Este doctor en Economía es consciente de la importancia de esta cita con las urnas, tanto por lo que supondrían para Galicia "cuatro años más" con el PP al frente de San Caetano, como para la renovación que habrá de acometer su partido una vez se celebre el congreso federal.

Liderado por una gestora desde la renuncia de José Ramón Gómez Besteiro a la Secretaría Xeral a causa de una decena de imputaciones, el PSdeG habrá de elegir una nueva dirección en un cónclave que se verá muy condicionado por el resultado de los comicios gallegos.

En concreto, el número de votos cosechados contribuirá a dirimir si entre quienes le ayudaron a ganar las primarias y conformaron su equipo de campaña figura el próximo líder de los socialistas gallegos o, por el contrario, quienes apoyaron al que fue su contrincante asumen ahora el peso orgánico para rehacer la organización. Asimismo, sus datos reforzarán o debilitarán los apoyos con que cuenta en Galicia el actual secretario general.

Por su parte, el propio Leiceaga afirmó en distintas ocasiones que no tiene mayor interés en el asunto orgánico y que, en todo caso, su primer examen será el del próximo domingo y únicamente en éste está "concentrado".

TRAYECTORIA POLÍTICA

Economista de formación y profesor universitario en la USC, comenzó su andadura política en filas del Bloque y abandonó esa formación en 2002, cuando Beiras comenzó a ceder el protagonismo en la primera línea del nacionalismo en favor de Anxo Quintana --quien llegaría a ser vicepresidente de la Xunta pese a la caída electoral de la formación frentista--.

Al año siguiente ingresó en el PSdeG de la mano de Xosé Sánchez Bugallo, y también en el Ayuntamiento de Santiago, donde asumió las riendas de los departamentos de Economía, Hacienda, Transportes y Mercados.

Dos años más tarde se hizo con un escaño en el Pazo do Hórreo, en el que se mantuvo hasta 2012. Tras la derrota del bipartito fue nombrado portavoz parlamentario bajo el liderazgo de Pachi Vázquez, y su "profundidad" en los debates económicos le valió el premio de la prensa al diputado del año. Ocurrió en 2010, el mismo año en que el ourensano decidió retirarle su confianza y situar al vigués Abel Losada en su puesto.

Ya reincorporado a la vida académica, no fue hasta 2014, ya con José Ramón Gómez Besteiro al frente del PSdeG, que Leiceaga, a quien todos conocen como 'Xocas', fue requerido como asesor económico del secretario xeral.

Más adelante, el lucense llegó a sondear a quien también fue vicerrector de la USC como posible candidato a la alcaldía compostelana y más adelante propuso su nombre para el Consello de Contas, pero fue vetado por el PP. Fracasado este movimiento, lo llamó para pedirle que simultaneara su tarea docente --y literaria-- con la redacción de la parte económica del programa electoral del PSdeG.

ALTA CUALIFICACIÓN vs CARISMA

Si bien nadie en el PSdeG pone en duda la "alta cualificación" de Leiceaga, comenzó la campaña con ciertas dificultades a la hora de emocionar a los asistentes a sus mítines. Con todo, distintos consejos de su equipo más próximo y de personas de su confianza, que ha agradecido e interiorizado, han dado como resultado unos discursos más personales y menos académicos que han ido puliendo su "falta de carisma".

Con un perfil ideológico que combina la socialdemocracia y el galleguismo, en los 15 días previos a la votación ha tratado de plantear que el "cambio" en Galicia no sólo es "urgente", sino que es "posible", y que sólo de la mano del PSdeG será "razonable y sensato", en un intento de frenar la segmentación del voto progresista.

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