Líder de Madres de Plaza de Mayo pide ser eximida de prisión

La defensa de la líder de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, negociaba este viernes la eximición de prisión, cuando pesa en su contra una orden de captura en "cualquier momento y lugar" de Argentina por una causa de supuesto desvío de fondos públicos.

Su abogado Juan Manuel Morente pidió al tribunal del juez Marcelo Martínez de Giorgi que se le exima de prisión a la activista de 87 años y de esa forma quedaría en suspenso la orden de captura por rebeldía, al faltar el jueves por segunda vez a una audiencia indagatoria.

Bonafini aseguró que seguirá con su vida normal y en una señal de su claro desafío a la Justicia partió la tarde de este viernes a la ciudad de Mar del Plata, 400 km al sur, para participar de un congreso de comunicación.

Con decenas de seguidores en las puertas de la sede de la organización humanitaria Madres de Plaza de Mayo, Bonafini subió sonriente a la camioneta que la trasladaría a la ciudad balneario, sin que esté clara su situación procesal.

En la oficina del juez no atendieron a los llamados de la AFP.

Por la mañana, el juez dijo que cuando circula "la orden de captura, quiere decir que puede ser detenida en cualquier momento y en cualquier lugar". "Hay una captura vigente y una prohibición de salir del país", confirmó el magistrado.

Bonafini se negó el jueves por segunda vez en un mes a presentarse a una indagatoria ante el magistrado que la imputa por presunta defraudación a la administración pública.

Martínez de Giorgi investiga ese presunto delito en la construcción de viviendas sociales del programa Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo, financiado por el Estado durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).

Tras esquivar a las fuerzas policiales que fueron a allanar la sede de Madres, a 200 metros del Congreso, para detenerla, Bonafini participó el jueves de la habitual marcha en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.

Fue la ronda número 2.000 desde que en 1977 unas mujeres comenzaron a reclamar por sus hijos desaparecidos en plena dictadura (1976-83).

"No vamos a dejar que avancen sobre nosotros". "Nos quieren hacer desaparecer", dijo Bonafini ante los seguidores, entre los que figuraron varios exministros y exfuncionarios de Cristina Kirchner (2007-2015), que acompañaron a este 'símbolo' que divide a la sociedad argentina entre amores y odios hacia su figura.

Un abogado denunció este viernes por encubrimiento a varios de esos dirigentes kirchneristas, hoy legisladores, afirmó Martínez de Giorgi.

De su parte, el jefe de gabinete del presidente Mauricio Macri, Marcos Peña, consideró que conductas como las de Bonafini "tienen que ver con el final de la sensación de impunidad". Enmarcó su negativa a declarar ante la Justicia en una "reacción de gente que se había acostumbrado a estar más allá de la ley".

El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel aseguró de su lado que "ante la ley somos todos iguales", pero consideró "un escándalo" lo ocurrido el jueves y dijo que el juez debió haber tomado la declaración de Bonafini en su vivienda.

"No se puede apoyar la corrupción provenga de quien provenga", dijo Pérez Esquivel.

La mujer, cuyos dos hijos, Raúl y Jorge, así como su nuera están desaparecidos, recalcó que "siempre" sufrió "la misma ignominia, la misma indiferencia" por parte de la justicia y que por eso no irá a ningún tribunal.

"Vamos a mantener esta posición. Sabemos que podemos decir que no, ya dije todo lo que tenía que decir, ya mandé todo (la documentación) lo que tenía que mandar", insistió Bonafini al reafirmar -como falló un juez anterior- que son "víctimas" de la defraudación de ese proyecto social.

De ser detenida, la defensora de derechos humanos deberá cumplir unos trámites habituales en dependencia policial y será trasladada dentro de las 24 horas para declarar, precisó el juez.

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