En sus declaraciones, recogidas por el diario israelí 'Yedioth Ahronoth', Lieberman ha manifestado que el presidente sirio, Bashar al Assad, "no debe intentar poner a prueba a Israel, porque Israel se toma las amenazas en serio".
Las palabras del ministro de Defensa israelí han llegado poco después de que el viceministro de Exteriores sirio, Faisal Mikdad, amenazara con consecuencias tras acusar a Israel de llevar a cabo un bombardeo la semana pasada en la provincia de Hama en el que murieron dos soldados.
"Todos esperamos que Oriente Próximo sea un día una región de paz, cooperación y coexistencia, pero desafortunadamente oímos amenazas que vienen de nuestra frontera norte, y me refiero a las palabras del viceministro de Exteriores sirio", ha remachado Lieberman.
El Gobierno de Siria reclamó el 7 de septiembre al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condene a Israel por el bombardeo llevado a cabo cerca de Masyaf, que habría alcanzado al Centro de Estudios e Investigación Científica (CERS), acusado de estar detrás de los trabajos de investigación y desarrollo de armas biológicas, químicas y nucleares, y una base militar situada en sus alrededores.
Damasco resaltó que "el nuevo ataque israelí busca elevar la moral de sus agentes, representados por los grupos terroristas que llevan a cabo su agenda agresiva", agregando que "los repetidos ataques de Israel son un comportamiento sistemático para proteger a los terroristas del Frente al Nusra --actualmente Frente Fatá al Sham-- y Estado Islámico".
El ministerio argumentó que "cualquier ataque contra el Ejército sirio supone un apoyo directo al terrorismo, teniendo en cuenta que el Ejército sirio combate el terrorismo en nombre del mundo entero", según informó la agencia estatal siria de noticias, SANA.
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