Mar de China meridional, balance descriptivo de un polvorín

Desde hace décadas las diferentes y encontradas reivindicaciones territoriales en el mar de China son fuente de tensiones.

He aquí un balance descriptivo de ese polvorín, en momentos en que un tribunal internacional, a solicitud de Manila, debe pronunciarse sobre las pretensiones chinas:

El mar de China meridional, con una superficie de más de tres millones de kilómetros cuadrados, baña las costas del sur de China, Taiwán, Filipinas, la isla de Borneo y parte del sureste de de Asia continental, y encierra centenares de islas e islotes.

Originalmente, éstos, a veces simples roqueríos, se encontraban deshabitados. Los archipiélagos de las islas Paracelso (unos 130 islotes) y de las Spratly (más de 700 islotes) poseen las islas más importantes.

Se trata de la principal ruta marítima entre los océanos Pacífico e Índico, lo que le brinda un enorme valor económico y militar.

Los fletes marítimos entre Asia oriental con Europa y Oriente Medio que transitan por allí significan un monto de unos 4.500.000 millones de euros anuales.

Además, escondería importantes yacimientos de hidrocarburos.

También se encuentran en la región los más grandes arrecifes coralinos del mundo, y posee una gran riqueza ictiológica clave para alimentar a poblaciones en expansión.

China y Taiwán reivindican la casi totalidad de este extenso mar. Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei también tienen pretensiones, que a veces se superponen entre sí.

Pekín apoya sus pretensiones en una línea punteada (de nueve puntos) que aparece en cartas marítimas de los años 1940, la que se acerca a las costas de los otros países.

Tanto Pekín como la mayoría de los otros países lo conocen como mar de China meridional. Pero, para Hanoi se trata del mar Oriental y para Manila el mar de Filipinas occidentales.

China tomó bajo control el archipiélago de las Paracelso en 1974, antes ocupado Por Vietnam del Sur, en plena retirada de Estados Unidos en la guerra de Vietnam.

Desde 2012, China también controla el arrecife muy rico en peces de Scarborough, a unos 230 kilómetros de la principal isla filipina, Luzón.

Además, ocupa no menos de siete islas de las Spratly. Vietnam ocupa o controla otras 21 en este archipiélago, en tanto el resto se las reparten entre Brunei, Malasia, Filipinas y Taiwán.

Dos conflictos marítimos armados han enfrentado a China y Vietnam.

En 1974, medio centenar de soldados vietnamitas murieron en combates entre las fuerzas chinas y survietnamitas.

En 1998, una batalla naval en el arrecife de Johnson, en las Spratly, provocó unos 70 muertos vietnamitas.

Buques de la armada china han disparado contra barcos de pesca vietnamitas en este sector.

En los últimos años, China intenta reforzar su presencia, agravando las tensiones con sus vecinos y otros.

En 2012, Pekín fundó una nueva ciudad -Sansha- en Woody, una de las islas de Paracelso, que depende administrativamente de la provincia china de Hainan. Sansha es cabecera de puente de todas las aguas reivindicadas por Pekín en el mar de China meridional, en tanto planea desarrollar Woody como destino turístico.

China realiza en las Spratly enormes trabajos de dragado y relleno para crear islas artificiales, que dejan en ridículo a los trabajos emprendidos por otros países.

Según el Pentágono, China creó 1.295 hectáreas de tierras, en las cuales ha instalado infraestructuras -sistemas de radares y pistas de aterrizaje con capacidad para grandes aviones militares y de línea.

Las patrulleras de los servicios guardacostas chinos refuerzan su presencia en lugares estratégicos.

Los 10 miembros de la Asociación del Sureste Asiático (ASEAN) y China adoptaron en 2002 una "declaración de buena conducta", no vinculante, en la cual las partes se comprometen a abstenerse del uso de la fuerza o de amenazas para apoyar sus reivindicaciones.

Pekín rechaza volverla vinculante y esto divide profundamente a la ASEAN. Manila intenta que esta organización demuestre su fuerza, pero Laos y Camboya, aliados de China, se oponen.

Filipinas, que acudió a la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) en 2013, es el único país en contestar las reivindicaciones chinas ante la justicia.

No obstante, Vietnam e Indonesia también afirman que prevén lanzar prodecimientos legales.

En 2014, Hanoi sometió a la CPA documentos que rechazan la línea punteada china.

China contesta la legitimidad de la CPA y afirma que no respetará su decisión.

*Estos datos provienen de los archivos de la AFP, informes del International crisis group, del Council on foreign relations, del Pentágono y de www.globalsecurity.org.

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